La comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha aprobado el miércoles un informe, elaborado por la socialdemócrata croata Biljana Borzan, en el que pide intensificar los esfuerzos para reducir el desperdicio de alimentos, una situación responsable del 8 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Y es que la UE produce alrededor de unos 88 millones de toneladas de desperdicios de alimentos al año, alrededor de 173 kg por persona. Una situación que plantea no solo cuestiones éticas y económicas, sino que también tiene un impacto importante en nuestro medio ambiente.
Según Biljana Borzan alrededor de un tercio de la comida producida para consumo humano se desperdicia lo que causa una pérdida económica de unos 940.000 millones de dólares al año en el mundo y consume aproximadamente una cuarta parte del agua utilizada para la agricultura. Además, los alimentos que se desperdician se estima que son responsables del 8 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Según explica en una entrevista difundida por la UE, a escala global, hay diferencias sobre cuándo y dónde se desperdician alimentos. Así, en los países industrializados, la mayor parte del desperdicio se concentra en las etapas finales como la distribución y el consumo. Mientras que en los países en desarrollo se concentra en las primeras etapas, debido a la falta de prácticas agrícolas avanzadas, a sistemas e infraestructuras de transporte eficientes y a instalaciones seguras de almacenamiento.
Desperdicio de alimentos
La pérdida de alimentos también implica desperdicio de agua, suelo, horas de trabajo, energía y otros recursos valiosos y a menudo limitados. Biljana Borzan señala que hay desperdicio de alimentos en cada etapa de la cadena de suministro y consumo. «Eso significa que no hay una sola regulación a modo de «bala de plata» que la UE pueda aplicar para resolver el problema«, indica.
Según señala, en la actualidad, hay 52 actos de la UE que tienen un impacto positivo o negativo en los residuos alimentarios. Por eso, explica que «necesitamos una respuesta política coordinada a nivel de la UE y de los Estados miembros que tenga en cuenta las políticas en materia de residuos, seguridad alimentaria e información, pero también aspectos económicos, investigación e innovación, medio ambiente, agricultura, educación y política social«.
¿Qué podemos hacer en nuestra vida cotidiana?
Las estimaciones muestran que el 53% de los residuos de alimentos se producen en los hogares, la educación del consumidor es un área crítica donde se necesita un esfuerzo concertado para reducir el desperdicio de alimentos. Según una encuesta eurobarómetro acerca de esta cuestión, más de las tres cuartas partes de los europeos piensan que el consumidor individual es uno de los actores involucrados en la prevención de residuos de alimentos, señala Borzan.
Lo que todos podemos hacer es planear las compras, no comprar en exceso, poner los alimentos nuevos en la parte de atrás de la nevera, utilizar o congelar las sobras, no tire los alimentos inmediatamente después de la fecha «mejor antes», ya que todavía se puede usar, a veces durante semanas.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.