En 2014, el precio neto medio de un sistema completamente instalado sobre tejado, con una producción de hasta 10kWp, era de unos 1.700 euros por kWp, y un sistema fotovoltaico de 4kWp de un hogar de cuatro miembros, unos 6.800 euros netos. Aquí surge la duda: ¿y merece la pena pagar más por productos europeos? ¿Ofrecen el mismo rendimiento los inversores y módulos asiáticos?
Los precios de una instalación solar fotovoltaica para un hogar oscilan entre 5.000 y 8.000 euros y esta diferencia de precio juega un papel muy importante a la hora de tomar la decisión de invertir en una instalación fotovoltaico. Los costes muestran que los módulos fotovoltaico son los principales determinantes del precio, representando alrededor del 50% del precio total. El inversor, por su parte, constituye alrededor del 10-15%. ¿Deberían confiar los clientes en modelos más baratos y pretender obtener el rendimiento deseado para el mismo período de tiempo que con productos más caros? ¿Son mejores los productos más caros? ¿Cuál es la razón de esta diferencia de precio? ¿Es el precio el factor decisivo a la hora de elegir un sistema fotovoltaico?
Fabricados para alcanzar el mayor rendimiento
Los inversores modernos son sometidos a numerosas pruebas y controles de calidad. Pruebas de resistencia, como los ensayos EMC, se llevan a cabo para determinar el funcionamiento de los equipos en condiciones reales. Durante estas pruebas se analiza la compatibilidad electromagnética (EMC) de los dispositivos.
Esta característica determina si los equipos funcionarían correctamente en cualquier entorno sin interferencias o sin ser afectados por otros dispositivos. Además, se realizan pruebas con agua, hielo, vibración o el test burn-in1. Todas estas pruebas requieren un alto nivel de conocimiento técnico y son útiles solamente si se realizan por expertos en el entorno apropiado.
A primera vista parece que estas medidas de calidad sólo aumentan el precio del producto. Sin embargo, a largo plazo, es evidente que estas pruebas garantizan el máximo rendimiento de los inversores durante toda su vida útil. El objetivo de un fabricante de calidad como Fronius en referencia a la vida de los productos es superar las 80.000 horas de trabajo. En comparación, conocidos fabricantes alemanes de lavadoras de alta calidad sólo consiguen un total de 10.000 horas de funcionamiento.
Un inversor tiene entre 2.000 y 3.000 componentes. Como parte de todo el sistema, cada una de estas piezas, como por ejemplo los transistores integrados, deben funcionar a la perfección para conseguir el rendimiento esperado. Por esta razón, los fabricantes de alta calidad utilizan componentes de proveedores reconocidos en el desarrollo de sus dispositivos.
La producción y los controles de calidad de los componentes se reflejan en el precio. Así, inversores de alta calidad aumentarán el coste de una inversión fotovoltaica a corto plazo en comparación con otras opciones más baratas. En cambio, a largo plazo se traducirá en una mayor rentabilidad derivada de un mayor rendimiento, una larga vida útil y un mejor servicio.
Servicio de mantenimiento
En caso de incidencia en el dispositivo, es responsabilidad del instalador solucionar el problema de forma rápida y profesional, siendo la única forma de garantizar el rendimiento fotovoltaico deseado. Sin embargo, en ocasiones el especialista no puede resolver el problema y requiere la ayuda del fabricante. En estas situaciones, es importante hablar el mismo idioma y obtener una respuesta inmediata. Si el inversor está fuera de garantía y necesita ser reemplazado, ya sea por razones económicas o técnicas, el equipo de expertos del fabricante estudian y proponen las mejores opciones posibles de renovación del equipo/s, teniendo en cuenta las características de cada instalación.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.