El Foro Industria y Energía considera que la propuesta legislataiva de la Comisión Europea de crear asociaciones “con terceros países para comprar conjuntamente gas e hidrógeno” y “crear un grupo operativo sobre compras conjuntas de gas a escala de la UE” podría contribuir a rebajar el precio de adquisición del gas.Según explica la experta en estrategia internacional del Foro Industria y Energía (FIE), Nuria G. Rabanal, la compra conjunta de gas podría “reforzar la capacidad de negociación de la UE”. Según Rabanal, que es directora de la Cátedra de Seguridad y Defensa de la Universidad de León, “la UE tiene un problema de dependencia del gas ruso que quiere solventar inmediatamente a precios asequibles”. Para hacer frente a esta dependencia, las negociaciones colectivas pueden ser una solución para lograr el abastecimiento necesario: la unión hace la fuerza, y a mayor volumen de gas, mejor es el precio que se puede conseguir. La experta pone el ejemplo de Alemania:“no es lo mismo que negocie en solitario con EE. UU u otros exportadores a que lo hagan los 27 Estados miembros”.La propuesta legislativa de la Comisión introduce, además, la obligación para el próximo invierno de contar con una capacidad de almacenamiento de gas que cubra un mínimo del 80% de las necesidades con vistas a asegurar el suministro energético. Sin embargo, la experta advierte que “según los informes del Instituto Bruegel, en el posible escenario de un invierno más duro que el anterior, las reservas de gas que pretende almacenar la Comisión no llegarían para cubrir la cuota”.
Alternativas renovables
Por otro lado, la analista apunta que, aunque la propuesta legislativa de la UE se centra mucho en las energías fotovoltaica o eólica, “no hay que dejar de apostar por alternativas complementarias, en especial, para los sectores que utilizan calor intensivo, como la industria”. En este sentido, apunta a la utilidad de fuentes de energía como la biomasa para mejorar la gestión energética de la industria. El problema energético es complejo y es necesario apostar por alternativas como las energías renovables, sin embargo, las inversiones deben de realizarse enmarcadas en “estudios racionales de las necesidades energéticas, donde fuentes como la biomasa son esenciales para la producción de calor y electricidad”. Un ejemplo podría ser “aprovechar las centrales térmicas que podrían ser reconvertibles en fábricas de bioetanol o en grandes calderas de biomasa”.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.