El mundo atraviesa una transformación energética sin precedentes. La transición de los combustibles fósiles a las energías renovables ha dado lugar a una expansión masiva de parques solares y eólicos en todo el planeta. Este cambio busca ofrecer energía limpia y accesible, y también minimizar el impacto económico en las comunidades más vulnerables. España, pionera en energía eólica, ha sido testigo de este auge desde los años 90. Además, a partir del año 2000, la instalación de aerogeneradores experimentó un crecimiento exponencial gracias a cambios legislativos e importantes inversiones.
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Según Red Eléctrica Española, en 2023 la energía eólica se consolidó como la principal fuente de generación en el país, con una capacidad instalada de 30.810 MW, cubriendo casi la mitad de la demanda eléctrica. Sin embargo, este avance tecnológico plantea un desafío ineludible: ¿qué hacer con los miles de aerogeneradores y sus componentes cuando llegan al final de su vida útil?
Desmantelamiento masivo: el futuro de los aerogeneradores
En los próximos años, España deberá enfrentarse al desmantelamiento de cerca de 7.000 molinos y 21.000 palas, según la Asociación Empresarial Eólica. Estos aerogeneradores, compuestos principalmente por postes de acero, turbinas y palas de fibra de vidrio, presentan distintos grados de reciclabilidad. Mientras que el acero y los componentes electrónicos pueden ser reutilizados con relativa facilidad, las palas representan un desafío significativo. Esto se debe a su diseño pensado para resistir décadas en condiciones extremas.
Aunque los permisos de operación suelen abarcar entre 20 y 25 años, la vida útil de los aerogeneradores puede extenderse hasta los 30 años con un mantenimiento adecuado. Algunos equipos, incluso, se reacondicionan y se venden a mercados emergentes, prolongando su uso. Sin embargo, muchos operadores optan por reemplazar las turbinas antiguas por modelos más eficientes, acelerando así la necesidad de soluciones para el reciclaje masivo.
Innovaciones en reciclaje: cerrando el ciclo de las palas
El reciclaje de palas eólicas de los aerogeneradores ha llevado a la comunidad científica y tecnológica a buscar soluciones innovadoras. El proyecto europeo Rewind, liderado por AIMPLAS, trabaja en avanzadas técnicas para gestionar este desafío. Según Remy Jouclas, investigador principal, una de las principales estrategias es reparar y prolongar la vida útil de las palas dañadas. Pero cuando el desgaste es irreversible, se aplican procesos como el craqueo térmico o la despolimerización química.
El craqueo térmico consiste en descomponer los polímeros de las palas mediante altas temperaturas y ausencia de oxígeno, mientras que la despolimerización utiliza solventes y catalizadores para separar las fibras de la matriz plástica. Estos métodos permiten recuperar materiales esenciales, como fibras de vidrio y monómeros, que pueden reutilizarse en nuevas aplicaciones, cerrando así el ciclo de vida de estos componentes.
A medida que la energía eólica sigue creciendo, también lo hacen las expectativas de encontrar soluciones sostenibles para sus residuos. Aunque los procesos actuales aún están en fase experimental, los avances tecnológicos apuntan a una economía circular que garantice la sostenibilidad de esta fuente de energía renovable. En un mundo que enfrenta crecientes demandas energéticas, apostar por la innovación en reciclaje no es sólo una necesidad ambiental, también una oportunidad económica.