Antonio González, de Foro Nuclear, asegura en este artículo que no se puede abordar la transición energética sin asegurar la viabilidad económico-financiera del parque nuclear mediante una disminución de la presión fiscal y/o un mecanismo que reconozca el papel de la energía nuclear en el mantenimiento de la estabilidad de la red o su contribución al cumplimiento de los compromisos medioambientales por la no emisión de CO2.
Los expertos climáticos mundiales llevan más de 25 años alertando del peligro que supone no frenar las emisiones contaminantes. Esto ha llevado a la comunidad internacional a poner en marcha los mecanismos necesarios para aumentar la capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático y abordar una transición energética que posibilite, en el horizonte de final de siglo, una economía con nulas emisiones de gases de efecto invernadero.
El Acuerdo de París de las Naciones Unidas y el Paquete Energía-Clima de la UniónEuropea, suscritos por España, conducen a una reducción drástica de las cuotas de emisión, que en 2030 supone disminuir las del sector eléctrico hasta en un 60%. Esto conlleva un cambio sustancial en el modelo energético, teniéndose que basar principalmente en tecnologías limpias con bajas emisiones en su ciclo completo de vida. Hoy por hoy, esto solo lo ofrecen las renovables y la energía nuclear.
[pullquote]»El Consejo de Seguridad Nuclear es quien determina, como único organismo competente en materia de seguridad y protección radiológica, la capacidad técnica de las instalaciones para continuar su operación en condiciones y con garantías de seguridad.»[/pullquote]
Las siete centrales que forman el parque nuclear español constituyen un activo estratégico en nuestro sistema eléctrico, ya que garantizan la seguridad y estabilidad del suministro, generando todos los años más del 20% de la electricidad del país. Junto a ello, evitan la emisión cada año de entre 30 y 40 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, por lo que estas instalaciones han de jugar un papel esencial, manteniendo siempre las condiciones de seguridad y observando los más altos estándares internacionales, en la transición hacia un sistema descarbonizado.
El artículo 38 de la Constitución Española “reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado” y en el artículo 2 de la Ley del Sector Eléctrico “se reconoce la iniciativa empresarial para el ejercicio de las actividades destinadas al suministro de energía eléctrica” y que éste “constituye un servicio de interés económico general”.
Además, no se puede olvidar que en nuestra legislación no se fija un límite a la vida operativa de las centrales nucleares. El Consejo de Seguridad Nuclear es quien determina, como único organismo competente en materia de seguridad y protección radiológica, la capacidad técnica de las instalaciones para continuar su operación en condiciones y con garantías de seguridad.
[pullquote]»Muchos países en el mundo apuestan por la tecnología nuclear: en estos momentos, hay 57 centrales nucleares en construcción y a 117 reactores, de los casi 450 en operación, se les ha concedido, por los distintos organismos reguladores nacionales, autorización para la continuidad de su explotación a largo plazo.»[/pullquote]
Los acuerdos internacionales son neutros desde el punto de vista tecnológico, por lo que no existe ninguna restricción ni limitación para que los distintos países puedan utilizar en sus sistemas de generación la tecnología que consideren adecuada. Esta es la razón por la que muchos países en el mundo apuestan por la tecnología nuclear: en estos momentos, hay 57 centrales nucleares en construcción y a 117 reactores, de los casi 450 en operación, se les ha concedido, por los distintos organismos reguladores nacionales, autorización para la continuidad de su explotación a largo plazo.
De la misma manera, nuestro país no puede ser ajeno a la continuidad de la operación de las centrales nucleares si quiere cumplir con los compromisos adquiridos. Pero para ello, es necesario establecer las medidas adecuadas que hagan posible la viabilidad económico-financiera de las centrales nucleares durante el tiempo en que se produzca la transición energética, tal como se hace en otros países en los que ya están en marcha procesos de esta misma naturaleza.
La viabilidad económico-financiera de las centrales nucleares pasa por una disminución de la carga fiscal, por un aumento de los ingresos o por una combinación de ambas. La disminución de la carga fiscal podrá conseguirse fundamentalmente por una disminución de la presión fiscal a la que están sometidas las plantas. En los últimos ejercicios, el conjunto del parque nuclear ha ingresado en las arcas de las distintas administraciones en concepto de tributos y tasas 1.000 millones de euros anuales, cerca del 40% de la facturación por la producción de electricidad, que es del orden de 2.700 millones de euros anuales.
[pullquote]»La viabilidad económico-financiera de las centrales nucleares pasa por una disminución de la carga fiscal, por un aumento de los ingresos o por una combinación de ambas»[/pullquote]
Otra vía es el aumento de los ingresos, para lo cual habría que buscar mecanismos que fuesen más allá de los pagos por capacidad (garantía de potencia), como aquellos que reconozcan el papel de la energía nuclear en el mantenimiento de la estabilidad de la red (regulación frecuencia-tensión), o de la contribución al cumplimiento de los compromisos medioambientales por la no emisión de CO2 (por ejemplo, créditos de cero emisiones, tales como los aprobados por los Estados de Nueva York y de Illinois o el Carbon Price Support establecido en Reino Unido, por el que se establece un suelo al precio de las emisiones de CO2 ).
Una decisión precipitada de prescindir en el corto plazo de la energía nuclear en nuestro país pondría en riesgo el funcionamiento técnico de nuestro sistema eléctrico, dándose la posibilidad de interrupción del suministro en el caso de condiciones meteorológicas extremas, haría aumentar el precio de la generación eléctrica y supondría un incremento de las emisiones de CO2.
En el medio plazo, la sustitución de la nuclear por fuentes renovables y capacidad de almacenamiento a gran escala requeriría de una inversión muy significativa, de un desarrollo tecnológico rapidísimo y de un despliegue de redes y de potencia de respaldo difíciles de asumir totalmente en 15-20 años.
Por ello, hay que poner en perspectiva la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Integral de Energía y Clima, ambos en proceso de elaboración y aprobación, destacando el papel de la energía nuclear como mejor manera de transitar de forma eficiente, ordenada, fiable y competitiva hacia un modelo descarbonizado que nos ayude a cumplir con los compromisos medioambientalesinternacionales y a garantizar el suministro eléctrico.
Antonio González
Director de Estudios y Apoyo Técnico de Foro Nuclear
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.