Según la Comisión Europea, la UE necesitará invertir 195.000 millones de euros adicionales hasta 2027 para alejarse rápidamente de los combustibles fósiles rusos. Lo podrá hacer, principalmente, mediante el despliegue de renovables, mayor eficiencia energética y el desarrollo del hidrógeno verde.
En el borrador del plan ‘RePower EU’ que la Comisión va a presentar la próxima semana se indica:
“El modelo analiza todas las importaciones de combustibles fósiles de Rusia, siendo el gas natural el más difícil de eliminar”.
Según la Agencia EFE, al documento ha tenido acceso el portal francés Contexte. Según el mismo, la UE puede ahorrase al año 80.000 millones de euros en importaciones de gas; 12.000 millones en petróleo; y 1.700 millones en carbón.
Además, la disgregación requerirá: un fuerte impulso a la generación renovable; aumentar las importaciones de gas natural licuado; establecer compras conjuntas; desarrollar la industria del hidrógeno; así como reducir el consumo de hidrocarburos en transporte, industria y edificios.
Será preciso, añade la Comisión, aumentar la capacidad industrial y: “la capacitación en tecnologías clave como la solar y la eólica, las bombas de calor y los electrolizadores”.
Según la institución, habrá que invertir unos 29.000 millones de euros adicionales para que la red eléctrica pueda absorber el incremento de generación y consumo.
Añade la Comisión en el borrador del documento:
“Una red energética de la UE verdaderamente interconectada garantizará la seguridad energética para todos”.
La Comisión Europea apuesta por las renovables
El borrador explica que la Comisión quiere doblar la capacidad de energía solar instalada en la UE hasta los 300 GW para 2028.
La Comisión espera que el impulso a las renovables ayude a la desconexión de Rusia. En esa línea, Bruselas propondrá elevar el objetivo de energías renovables para 2030 desde el 40% fijado en la actualidad hasta el 45%. Es decir, pasar de una capacidad instalada actual de 511 GW a los 1.236 GW al final de la década.
Para ello, la energía solar fotovoltaica, que es “una de las tecnologías más rápidas para desplegar”, “podría acelerar la retirada gradual de las importaciones fósiles en pocos años”.
Por tanto, el documento irá acompañado de una Estrategia Solar, con el objetivo de llegar a duplicar la potencia actual hasta los 300 GW.
Concretamente, impulsará el despliegue «descentralizado» de paneles solares en el bloque permitiendo la producción de electricidad: “usando todo el espacio disponible en los techos de edificios residenciales, públicos, comerciales e industriales”.
Además, Bruselas sugiere a los Estados miembros que aceleren la integración de bombas de calor a gran escala y de energía geotérmica y solar térmica. El foco estará en modernizar los sistemas de calefacción para reemplazar a los combustibles fósiles, especialmente en zonas muy pobladas.
Por otro lado, el plan energético que la Comisión presentará insta a reforzar las cadenas de suministro en el ámbito de la energía eólica. Con ello, también pretenden acelerar el despliegue de esta fuente renovable.
Finalmente, la Comisión sostiene que la bioenergía “puede contribuir a reemplazar los combustibles fósiles importados desde Rusia”, incluido el gas natural. Las autoridades comunitarias esperan, por ejemplo, un crecimiento «moderado pero firme» de la biomasa hasta 2030.
El hidrógeno
Por otra parte, y según el documento, la UE debe acelerar los esfuerzos para «producir, importar y transportar» hidrógeno, con particular interés en las interconexiones.
La Comisión quiere que la UE produzca 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable en 2030 y que importe otros 10 millones. Para ello, señala, de debe acelerar “el desarrollo de la industria del transporte” del nuevo combustible:
“Esto es particularmente importante para la infraestructura transfronteriza, donde los proyectos de hidrógeno aún están en pañales”.
Para alcanzar los objetivos de producción de hidrógeno, la Comisión calcula que hará falta una capacidad de 123 gigavatios (GW) de electrolizadores.
El objetivo que propone Bruselas triplica los 40 gigavatios en 2030 que la propia Comisión había fijado para descarbonizar la economía en 2050.
Asimismo, Bruselas se compromete a comprobar cómo absorben el hidrógeno las industrias europeas hasta 2025. También asegura que apoyará ese proceso, así como las “capacidades de fabricación de electrolizadores. Incluso, a través de un nuevo instrumento financiero que implementa un esquema a escala de la UE para contratos de carbono por diferencia”.
La Comisión agrega que acelerará las iniciativas en curso. Igualmente, espera aprobar antes de verano el primer centenar de los 400 Proyectos Integrados de Interés Común Europeo, presentados por los Estados miembros, para recibir financiación comunitaria.
El documento sí recoge que los 10 millones de toneladas de hidrógeno importadas llegarían a través de tres corredores: por (.) “el Mediterráneo, de la zona del mar del Norte y, en cuanto las condiciones lo permitan, de Ucrania”.
FUENTE: AGENCIA EFE.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela