Los biocombustibles son un elemento importante de la política de energía renovable de la UE, que está ayudando a Europa a mantener su papel de liderazgo en la transición de la energía limpia y a cumplir los objetivos fijados por el acuerdo de París. Sin embargo, se necesitan normas para garantizar que la producción de materia prima para los biocombustibles sea sostenible y no cause deforestación a través del cambio indirecto del uso de la tierra (Indirect Land Use Change), por sus siglas en inglés, ILUC.
ILUC puede ocurrir cuando la producción de materias primas para biocombustibles, que normalmente se lleva a cabo en tierras de cultivo que se utilizaron anteriormente para otras necesidades agrícolas, como el cultivo de alimentos o piensos, empuja la expansión de la agricultura hacia tierras no agrícolas, ya que esta producción agrícola sigue siendo necesaria. Esta expansión podría ocurrir en áreas con alto stock de carbono, como bosques, humedales y turberas, lo que resulta en la liberación de CO2 almacenado en los árboles y el suelo, y por lo tanto, negando el ahorro de gases de efecto invernadero que resultó del uso de biocombustibles para sustituir a los combustibles fósiles.
Para abordar este riesgo de cambio indirecto del uso de la tierra, la Directiva de Energías Renovables establece límites a los altos biocombustibles de riesgo ILUC, biolíquidos y combustibles de biomasa. Estos límites afectarán al monto de estos combustibles que los Estados Miembros pueden contar para sus objetivos nacionales al calcular la parte nacional general de las energías renovables y la proporción de las energías renovables en el transporte.
Los Estados no podrán incluir estos biocombustibles en sus cálculos
Los Estados miembros seguirán pudiendo utilizar (e importar) los combustibles cubiertos por estos límites, pero no podrán incluir estos volúmenes al calcular la medida en que han cumplido sus objetivos renovables. Estos límites consisten en una congelación en los niveles de 2019 de los Estados miembros para el período 2021-2023, que disminuirá gradualmente desde el final de 2023 a cero hasta 2030. La Directiva también estipula una exención de estos límites para los biocombustibles, los biolíquidos y los combustibles de biomasa certificados como bajo riesgo de ILUC.
Para aplicar este enfoque, como exige la Directiva, la Comisión ha publicado hoy un informe y su anexo que establece los criterios tanto para determinar la alta materia prima de riesgo ILUC (para que una expansión significativa de la zona de producción en tierra con alto stock de carbono sea observada), y para certificar biocombustibles de bajo riesgo de ILUC, biolíquidos y combustibles de biomasa. La Comisión también ha adoptado un informe complementario sobre la situación de la expansión de la producción de los cultivos alimentarios y de piensos pertinentes en todo el mundo, basándose en los mejores datos científicos disponibles.
Próximos pasos
Tras la adopción de hoy por la Comisión de la ley delegada y su presentación al Parlamento Europeo y al Consejo de Ministros, estas dos instituciones tienen, durante un período de escrutinio de dos meses, el derecho a expresar una objeción, después de lo cual, si no se recibe ninguna, el texto se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea. Este período de dos meses se puede extender por otros dos, si así lo solicitan cualquiera de ellos.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.