Un informe de APPA Renovables habla de la combinación de instalaciones como clave para alcanzar los objetivos para frenar el cambio climático
En apenas 10 años, el sector eléctrico pasará de contar con un 44% de electricidad renovable (2020) a un 74% (objetivo 2030). Las altas tasas de implantación, que obligarán a instalar del orden de 5.400 MW renovables anualmente, han provocado la preocupación de distintos colectivos.
A pesar de esta preocupación, el cambio de modelo energético pasará por las pequeñas instalaciones de autoconsumo, más distribuidas, y las grandes plantas, necesarias para asegurar costes competitivos gracias a las economías de escala.
El respeto a la biodiversidad y la minimización del impacto ambiental es una máxima para las instalaciones y las Administraciones Públicas son las garantes de este compromiso.
2019, un año récord
El año 2019 fue un año récord en la instalación de potencia renovable: cerca de 7 GW de nuevas energías limpias se conectaron a la red.
Durante la próxima década el ritmo no será tan acusado, pero será necesaria la incorporación de más de 5 GW anuales para alcanzar las metas fijadas para 2030. Esto obliga a elaborar una hoja de ruta que incorpore de forma equilibrada las distintas tecnologías.
Adicionalmente, será la combinación de grandes plantas, necesarias para incorporar un número relevante de megavatios a precios competitivos; con pequeñas instalaciones distribuidas, que acercarán la producción a la demanda; lo que nos permitirá alcanzar las metas marcadas.
Un sistema sostenible, el objetivo del desarrollo renovable
Según las últimas previsiones, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) tendrán este año una subida histórica a nivel mundial debido a un mayor uso del carbón derivado de los altos precios del gas natural. Esto nos aleja de los objetivos marcados de descarbonización para luchar contra el cambio climático.
Adicionalmente, según el informe “Avance de las emisiones de GEI”, de 2019, el sector eléctrico había logrado una reducción de emisiones del 35% (respecto a los niveles de 1990) gracias a la incorporación masiva de energías renovables. Otros sectores como el transporte (que incrementó sus emisiones un 53%) o el residencial (incremento del 56%), no van tan bien.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.