En el artículo del Club de Expertos de hoy, Javier Rodríguez, director general de ACOGEN, Asociación Española de Cogeneración, pone de manifiesto la eficiencia y el valor de la cogeneración para la industria calorintensiva y la necesidad de que se subaste mayor potencia de cogeneración en las nuevas subastas.
Teresa Ribera confirmaba hace dos semanas el anuncio de la convocatoria de subastas de nuevas instalaciones de cogeneración para 1.200 MW a celebrarse muy pronto. Como no podía ser de otra forma, tras cinco años con cuatro convocatorias de subastas de renovables y ninguna de cogeneración, la noticia ha sido bien recibida por los industriales cogeneradores, que están a la espera de más información sobre cómo serán las condiciones, marco y retribuciones y, por supuesto, de cómo se recogerá el precio del CO2 es estas subastas.
ACOGEN ya ha transmitido al Gobierno su propuesta sobre el mejor marco sectorial que dé respuesta eficaz a las necesidades de las 600 plantas que cogeneran en el país dando servicio a industrias que fabrican el 20% del PIB industrial. El sector confía en que el Ministerio acierte para que estas industrias puedan continuar manteniendo su mejor herramienta energética y no se vean abocadas a un incremento de sus cargas energéticas, lo que supondría una drástica pérdida de competitividad.
La cogeneración, lo mejor para la industria calorintensiva
La ministra Ribera ha sugerido que puede haber soluciones más eficientes que la cogeneración. Lamentamos discrepar y nos remitimos al ejemplo de Alemania, Italia o Estados Unidos —por citar países con más cogeneración y en continuo crecimiento—, que demuestra que esta es la mejor herramienta de eficiencia, acción climática y competitividad para las industrias calorintensivas. No se puede dudar cuando nos jugamos el futuro de la industria en España y su empleo, exportaciones y actividad económica.
Un PNIEC desfasado de la actualidad industrial
En 2018, la “Comisión de expertos para la transición energética” del Gobierno de entonces planificaba para 2030 alcanzar los 8.500 MW de cogeneración y el 12% de la generación nacional (39 TWh/año), un crecimiento del 40% en una década. En 2020, el actual Gobierno presentaba el “Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030” (PNIEC) que planifica a 2030 reducir la cogeneración a 3.745 MW y al 5% de la generación nacional (18 TWh/año). Es decir, cerrar una de cada tres cogeneraciones hoy en funcionamiento. Crecer es difícil y trabajoso, cerrar es relativamente fácil y rápido. Desde fuera, muchas multinacionales industriales ven muy poca seriedad en todo esto y consideran que nuestro Gobierno parece empeñarse en imponer una visión energética y climática de la industria extraordinariamente reducida y reductora.
Sería deseable —más en momentos de crisis como el actual— que este desafortunado criterio de reducir la cogeneración industrial se rectificase. El Gobierno debería potenciar una transición energética que tenga en cuenta a la industria calorintensiva, que la dote de energía de muy alta eficiencia y respetuosa con el clima, como la cogeneración.
Las futuras subastas contemplan 1.200 MW de cogeneración cuando hasta 2025 finalizan su vida útil más de 1.800 MW en 200 fábricas sin alternativa de producción tan eficiente como la cogeneración; y para 2030, serán 2.400 MW y más de 300 plantas. No salen las cuentas. ¿Quién sigue y quién para? ¿Cómo se subasta seguir fabricando o cerrar? El Gobierno debe ponerse en la piel de estas industrias que atraviesan uno de los ciclos más complicados de nuestra historia económica y trabajar a favor, porque de lo contrario se puede producir un destrozo industrial en España, mientras Alemania o Italia siguen desarrollando su industria con más cogeneración.
Todas las industrias que lo requieran deben tener cabida en estas subastas de cogeneración que por fin prepara el Gobierno, pero los 1.200 MW de potencia a subastar son insuficientes y dejarán sin alternativa a cientos de industrias que necesitan abordar una transición energética que potencie la competitividad y el crecimiento en una transición ecológica competitiva.
Hoy, el hidrógeno y los gases renovables no pueden todavía reemplazar el 20% del consumo de gas nacional que emplea la cogeneración, o el 60% que utiliza toda la industria. Técnicamente, la cogeneración sí puede ya sustituir el gas por combustibles renovables o hidrógeno pero la llegada de estos será un proceso lento que debemos hacer al mismo ritmo que nuestros competidores europeos, porque solo así aseguraremos la competitividad de nuestras industrias. Hay que encontrar la manera de alargar la vida útil de las plantas hasta que la descarbonización no suponga una merma de competitividad y se desarrollen de verdad los suministros alterativos en cantidad y precio.
La transición energética es también una transición industrial y la industria que cogenera es el 20% del PIB industrial y 200.000 empleos directos. Eliminar una de cada tres cogeneraciones en operación supondrá recortar más del 5% al PIB industrial de España a 2030. Si el Gobierno quiere aunar recuperación económica y ecológica, la cogeneración es un instrumento eficaz para hacerlo y potenciar PIB industrial y exportaciones. Las industrias calorintensivas con cogeneración son fundamentalmente exportadoras y su competitividad depende en gran manera del coste energético. Este Gobierno no puede dejar caer las exportaciones, porque ello arrastraría cientos de miles de empleos.
Pedimos al Gobierno que acompañe a la industria en este camino de transición pero que lo haga con el objetivo de mantenerla y evolucionarla, no de dejarla morir.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.