La CNMC ha anunciado la aprobación de un nuevo procedimiento de operación del sistema eléctrico peninsular. El objetivo propuesto es desarollar un sistema de reducción automática de potencia que permitirá desconectar las instalaciones de generación en caso de materializarse una situación de congestión en tiempo real ante el fallo de algún elemento del sistema eléctrico.
Como consecuencia de la introducción de este nuevo sistema en el proceso de resolución de restricciones técnicas, será posible aumentar y maximizar la integración de generación renovable, así como optimizar el uso de las redes.
Ganar flexibilidad en el sistema eléctrico
En el futuro, el mix de generación cada vez contendrá más energía renovable. Esta situación supondrá una mayor complejidad de la operación en tiempo real del sistema eléctrico, con cambios más frecuentes en las previsiones. Además, a ello se sumará el reto del control del número creciente de instalaciones fotovoltaicas y eólicas.
Por ello, se espera que los mecanismos de solución de congestiones a la generación renovable y no renovable se vayan haciendo más necesarios en los próximos años.
Así, el nuevo sistema de reducción automática de potencia (SRAP) nace como una herramienta cuya finalidad es flexibilizar la operación del sistema de una manera rápida y segura. Para ello, se crea un nuevo Procedimiento de Operación: P.O.3.11 Sistema de Reducción Automática de Potencia de las instalaciones de generación e instalaciones de bombeo, que establece los criterios generales de funcionamiento de este automatismo y su aplicación en la resolución de congestiones (para lo que se modifica el P.O.3.2).
Sistema de reducción automática de potencia
El SRAP consiste en un automatismo que permitirá desconectar las instalaciones de generación en caso de materializarse una situación de congestión en tiempo real ante el fallo de algún elemento del sistema eléctrico.
La predisposición de las instalaciones a una posible reducción de potencia en tiempo real permitirá evitar, o al menos reducir, el impacto de la aplicación de las medidas utilizadas en la actualidad, que o bien implican reducciones de programa con carácter preventivo, con los correspondientes redespachos de energía y el coste asociado a los mismos, o bien consisten en la aplicación de limitaciones de programa, que impiden a las instalaciones maximizar su entrega de energía en los mercados de más corto plazo. La implantación del SRAP permitirá por tanto optimizar el uso de las redes y maximizar la integración de la generación renovable.
La puesta en juego del SRAP será voluntaria y no requerirá retribución en caso de que no se de una activación efectiva de la reducción de potencia, ya que esta acción sí que implica un coste para los sujetos participantes. Se tiene en cuenta que evitar el redespacho preventivo ya es un incentivo suficiente para que dichos sujetos se habiliten voluntariamente.
Por último, se ha previsto un análisis periódico de la participación y funcionamiento del sistema, con la intención de revisar algunos aspectos si se considera necesario a resultas de la experiencia.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.