publica un informe en el que recoge los principales avances tecnológicos de uso cotidiano que contribuyen al cuidado del medioambiente. Patinete eléctrico, placas solares, bioplásticos, bombillas LED o monedas virtuales son algunos de ellos
Placas solares
Uno de los principales avances tecnológicos para el sector medioambiental es la energía renovable, una apuesta segura para frenar el cambio climático al no emitir gases de efecto invernadero y ser fuentes de potencia inagotable.
Según la compañía SotySolar, una instalación fotovoltaica consigue un ahorro promedio del 50% en el consumo energético y, si se cuenta con baterías de almacenamiento, se puede alcanzar hasta un 85%.
Bombillas LED
Otro adelanto tecnológico que colabora con la reducción del consumo eléctrico son las bombillas de bajo consumo, que aportan la misma intensidad lumínica y consumen entre un 80 y un 90% menos que las convencionales.
Al no contener mercurio o gases contaminantes, su diseño adaptable a cualquier ambiente y su vida útil elevada les proporcionan un alto valor ecológico.
Patinetes eléctricos
Dentro del transporte sostenible, el patinete eléctrico es una de las opciones más rentables ya que conlleva una inversión económica y mantenimiento mínimo. Pero lo más importante, no contaminan y contribuyen a reducir los niveles de gases de efecto invernadero que se envían a la atmósfera.
En comparación con un coche, un patinete eléctrico genera un ahorroeconómico de entre 60% y 93% por cada 100km.
Monedas virtuales verdes
Desde la aparición en 2009 de las criptomonedas (la primera fue el Bitcoin) han pasado a ser una opción muy considerada. No obstante, conllevan un elevado consumo energético por su proceso de minado.
Con el objetivo de minimizar la huella de carbono asociada, se han desarrollado modelos alternativos con un bajo impacto medioambiental: las denominadas criptomonedas ecológicas. Por ejemplo, el Cardano es 1,6 millones de veces más eficiente energéticamente que bitcoin.
Uso de plásticos PCR o bioplásticos
Por su versatilidad, el plástico es uno de los elementos más empleados en la mayoría de los artículos que están presentes en la vida cotidiana pero también es un producto altamente contaminante.
Según un informe, se estima que en 2050 la industria del plástico sea responsable del 20% del consumo de petróleo global.
Tomando consciencia de ello, se están desarrollando nuevos materiales más amigables con el medio ambiente, como los plásticos PCR, compuestos de tereftalato de polietileno, una resina que puede ser reutilizada, gracias a un proceso de recuperación, o los bioplásticos, un material producidos a partir de productos vegetales como fibras de madera, cáñamo, lino o algas.
Actualmente estos materiales ya se emplean en la fabricación de dispositivos tecnológicos como smartphones u ordenadores portátiles, entre otros.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.