Muchos se preguntan si la actual crisis de salud puede transformarse en una oportunidad para dar forma a un mundo más sostenible. Lo vimos ayer mismo, con el reto lanzado por la OMM para tratar de mantener los niveles de emisiones en las cifras que se están consiguiendo estos días de pandemia.
ha hecho un repaso a lo que se ha ido publicado estos días en los medios de comunicación. Estos son algunos de los titulares en los que se habla del COVID-19 como catalizador o inhibidor del cambio climático.
¿Puede ser el cambio climático la causa del coronavirus?
Hay científicos que se han planteado esta cuestión, entre ellos, la profesora Katharine Hayhoe. En sus reflexiones, publicadas a través de la red social Twitter, explica que, aunque “algunas enfermedades, como el Zika, se transmiten por animales como los mosquitos y las garrapatas y se puede esperar que se propaguen a medida que aumenta el calentamiento del planeta, pero son los humanos quienes transmiten COVID-19, por lo que el cambio climático no está afectando significativamente la propagación de la enfermedad».
A common question I’m getting these days is, what does #COVID19 or #coronavirus have to do with climate change? The short answer is, very little; but the long answer is, everything is related. This thread explains …
— Prof. Katharine Hayhoe (@KHayhoe) March 16, 2020
En esta misma línea, un artículo de WWF aborda el efecto de la pérdida de biodiversidad en la propagación de pandemias, lo que implica que la propagación de nuevas enfermedades como el Ébola, el SIDA y el SARS se ve directamente afectada por la destrucción de los ecosistemas naturales.
¿La contaminación del aire empeora las consecuencias del COVD-19 en la salud humana?
Son muchos los científicos que defienden que podría haber una correlación entre las tasas de contaminación y mortalidad para los pacientes con Covid-19.
De hecho, se ha comprobado que la contaminación del aire hace que las personas sean más susceptibles a las enfermedades respiratorias. Una mirada a la epidemia pasada de SARS en China encontró que los pacientes de regiones con alta contaminación del aire tenían «el doble de probabilidades de morir de SARS» en comparación con los pacientes de regiones con aire más limpio.
El profesor Hayhoe define el cambio climático como un » multiplicador de amenazas» que empeora muchos de nuestros problemas. Y un artículo en el diario italiano, Il Sole 24 Ore, ofrece un análisis detallado de los efectos de las altas concentraciones de Pm10 (partículas muy pequeñas que se encuentran en el polvo y el humo) en la propagación del virus. El artículo proporciona datos preliminares que identifican una correlación entre los niveles superiores a los legales de Pm10 y el número total de infecciones por Covid-19.
¿Puede el COVID-19 tener consecuencias positivas para el cambio climático?
En lo que todos los medios de comunicación coinciden es que las medidas de confinamiento establecidas para frenar la expansión del coronavirus están disminuyendo de forma drásticas las emisiones.
En este sentido, el Centro para la Investigación Internacional del Clima asegura que «existe un fuerte vínculo entre la actividad económica y las emisiones globales de dióxido de carbono, debido al predominio de las fuentes de energía de combustibles fósiles». «Este acoplamiento sugiere que podríamos tener una sorpresa inesperada debido a la pandemia de coronavirus: una desaceleración de las emisiones de dióxido de carbono debido a la reducción del consumo de energía».
¿Tendrá el coronavirus repercusiones en los planes ambientales de los países afectados?
Cobra fuerza una teoría que afirma que las reducciones actuales en las emisiones nocivas responden simplemente al hecho de que todas las fuerzas están dirigidas a contener el virus y que estas no afectarán de ninguna manera los patrones de emisión de CO2 a largo plazo.
La revista Time recoge que el Covid-19 retrasará las reuniones y cumbres climáticas, también que distraerá a los líderes globales de hacer grandes compromisos para reducir las emisiones: «Los planes climáticos audaces requieren gastar capital político, y es probable que los líderes mundiales quieran usar su energía política para impulsar la economía en respuesta al coronavirus «.
¿Qué efectos tiene el aislamiento social en la reducción de emisiones?
Un informe de la Universidad Bocconi de Milán indica que el distanciamiento social puede tener efectos positivos en el medio ambiente. El documento resalta que solo hay evidencia preliminar de que el distanciamiento social puede tener un impacto positivo: “los investigadores han comenzado a analizar los números que ahora están disponibles (aunque estamos lejos de tener una imagen definitiva) sobre las implicaciones del voluntariado y impuso medidas de distanciamiento social para luchar contra COVID-19 y su impacto potencial en la contaminación. Los resultados se ven diferentes dependiendo de los contaminantes considerados y pueden tener efectos ambientales positivos en general”.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.
No hay dudas, los seres humanos nos hemos convertido en plagas en contra del planeta.
De los políticos no podemos esperar mucho, su visión es miope y cuando los máximos líderes mundiales se ufanan de su poder y arrogancia, poniendo más que en evidencia sus bajos conocimientos de las implicaciones climáticas, el mundo se torna oscuro.
Estos bajos niveles de contaminación, inducidos por la realidad del Sars-Cov-2, deberían hacernos pensar, si es que nos queda cerebro, de debemos actuar ya para disminuir el impacto negativo de nuestras acciones en contra del clima planetario.