La Agencia Mundial de Energía estima que circularán por las carreteras del gigante asiático, en 2030, más de 400 millones de coches, lo que supondrá para el Gobierno un grave problema energético y medioambiental. Por este motivo, China ha comenzado a tomar una serie de medidas a corto y largo plazo, entre las que se incluyen cimentar una industria del automóvil basada en nuevas fuentes de energía u obligar a empresas a desarrollar vehículos eficientes.
Según un comunicado publicado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, China cerrará el próximo mes de marzo con 39.700 vehículos de eficiencia energética y nuevas energías. El gigante asiático es consciente del creciente precio de la gasolina y los grandes fabricantes buscan construir coches cada vez más eficientes. En la actualidad, circulan en el país un total de 27.400 vehículos de este tipo en 25 ciudades, entre ellas Beijing, Shanghai y Shenzhen, con 23.000 autobuses, camionetas y coches en el sector de servicios públicos y otros 4.400 de uso privado.
Además, según fuentes del gobierno, China cuenta con 174 estaciones de recarga y 8.107 postes de recarga para vehículos eléctricos. El país también ha establecido un sistema de inspección y los estándares técnicos pertinentes. Ya entre 2005 y 2012, solicitó el 8% de las patentes de vehículos eficientes y vehículos respetuosos con el medio ambiente a nivel mundial, situándose en el tercer lugar del ránking global junto a Alemania y la República de Corea. En septiembre de 2012, el gobierno central asignó 4.000 millones de yuanes (641,9 millones de dólares) al desarrollo de los vehículos de nuevas energías y componentes clave como las baterías.
En 2011, China empezó reprogramar sus plantas para poder llegar a producir un millón de coches eléctricos para antes del 2015 (el mismo objetivo que persigue EE.UU.). Sin embargo, parece que al final el Gobierno chino quiere redefinir lo que significa el concepto «new energy vehicles», ya que incluirán modelos híbridos, eléctricos y también coches eficientes en el programa.
Transformación industrial
Para 2020 habrá en China 200 millones de coches circulando por las carreteras del país, lo que supone para el Gobierno un grave problema energético y medioambiental. Las previsiones más extendidas (como la del informe de la Agencia Mundial de la Energía) le atribuyen una estabilización del mercado en torno a 300 coches por 1000 habitantes en el horizonte 2030, más de 400 millones de coches. Sólo con esas cifras los coches chinos consumirían entre el 12% y el 18% de la producción mundial actual de petróleo, y podrían crear tal demanda de materias primas que hicieran subir sus precios en todo el mundo de forma considerable.
El gigante asiático ha comenzado a tomar una serie de medidas a corto y largo plazo con el objetivo de hacer frente a este reto. Entre otras cuestiones, el Gobierno pretende desarrollar fuentes de energía eficientes y vehículos alternativos a los actuales, dominar la tecnología básica de eficiencia energética, generar una industria del automóvil basada en nuevas fuentes de energía competitiva también a nivel internacional e, incluso, obligar a las empresas a desarrollar vehículos más eficientes, ofrecer incentivos económicos a los compradores, pasando por reformas legales que fomenten los vehículos alternativos.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.