La Cátedra BP de la Universidad Pontificia de Comillas, que presentó ayer en Madrid el Informe 2017 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad en España, confía en que 2018 puede ser el año en que finalmente se avance en sostenibilidad, si se aprueba la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y si se tienen en cuenta las recomendaciones de la Comisión de Expertos sobre Escenarios de Transición Energética.
La Cátedra BP es el resultado del acuerdo entre la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE y BP España -parte del Grupo BP, una de las principales compañías integradas de gas y petróleo a nivel mundial-. Uno de los coordinadores de la Cátedra es Pedro Linares Llamas, co-fundador y director de Economics for Energy -un centro de investigación que en uno de sus últimos informes alertaba sobre la incoherencia de usar gas para reducir emisiones-. Es, además, uno de los miembros de la Comisión de Expertos que ha realizado el informe sobre los posibles escenarios de la Transición Energética en España.
La Cátedra BP ha presentado ayer en Madrid las conclusiones del Informe 2017 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad. A su juicio, en España «seguimos sin contar con una política energética estable, que proporcione señales adecuadas a los agentes, y que contribuya a avanzar hacia la sostenibilidad del sector«, señala en un comunicado en el que consideran que el año 2018 puede ser definitivo para nuestra sostenibilidad si se tienen en cuenta las propuestas de la Comisión de Expertos sobre Transición Energética y se aprueba finalmente la Ley de Cambio Climático.
Indica que esta Ley debería incluir un compromiso de reducción de emisiones a largo plazo, con objetivos intermedios; un precio para el CO2 estable y creciente, en el marco de una reforma fiscal verde y medidas adicionales para aquellos sectores en los que la señal de precio no sea tan efectiva, además de un diseño apropiado de los mercados energéticos.
Asimismo, apunta a la necesidad de que los legisladores incluyan en la misma una estrategia de innovación energética en un contexto global; políticas educativas y de concienciación; medidas de promoción de la economía circular; políticas que aseguren la transición justa y la protección de los sectores vulnerables y una estrategia de adaptación frente al cambio climático.
Señala que la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética debería incluir un compromiso de reducción de emisiones a largo plazo, con objetivos intermedios, y un precio para el CO2 estable y creciente, en el marco de una reforma fiscal verde, entre otros elementos
Según el informe que presentaron ayer, los indicadores del año 2016 muestran una leve mejoría de la sostenibilidad del sistema energético español, si bien ésta se debe principalmente a factores no controlables como es la disponibilidad hidráulica, según el Informe 2017 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad en España realizado por la Cátedra BP de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE.
El documento concluye que el año 2016 el sistema energético español ha mostrado una leve mejoría de los indicadores de sostenibilidad energética. La recuperación económica y la bajada de precios de los combustibles ha traído consigo un nuevo aumento de la demanda de energía (un 0,3% en energía primaria y un 2% en energía final).
Los indicadores del año 2016 muestran una leve mejoría de la sostenibilidad del sistema energético español, si bien ésta se debe principalmente a factores no controlables como es la disponibilidad hidráulica
El sector energético español consumió 6,3 exajulios (EJ) de energía primaria y emitió 306 millones de toneladas (Mt) de CO2, generando un valor añadido (sin descontar los costes externos) de 51.300 millones de euros (correspondiente a un 4,6% del PIB). La buena noticia es que este crecimiento ha venido acompañado de una reducción de la intensidad energética primaria del 2,9% y un descenso en las emisiones de CO2 (un 2,4%).
Sin embargo, esta mejoría se debió fundamentalmente a la reducción en el uso de carbón de más de un 24% en favor de la energía hidráulica, por lo que el informe insiste en que la meteorología ha sido el factor más influyente en esta mejoría. De hecho, la intensidad energética final aumentó un 1,2%.
El Informe 2017 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad dice que es necesario apostar por una mayor contribución de las energías renovables y, sobre todo, por el ahorro y la eficiencia energética
Por lo tanto, señala que «es necesario apostar por una mayor contribución de las energías renovables y, sobre todo, por el ahorro y la eficiencia energética. A este respecto, hay que recordar que, pese a la mejoría del último año, España sigue presentando una intensidad energética muy superior a otros países de nuestro entorno«.
A excepción del carbón, todas las energías fósiles aumentaron su contribución al mix energético primario en el año 2016, mientras que las energías renovables en su conjunto mantuvieron una contribución similar a la del año anterior. «Sin duda, la caída continuada de los precios de los combustibles fósiles y los precios bajos del CO2 explica en parte la falta de cambios significativos en el mix energético español«, señala el comunicado.
A excepción del carbón, todas las energías fósiles aumentaron su contribución al mix energético primario en el año 2016, mientras que las energías renovables en su conjunto mantuvieron una contribución similar a la del año anterior
El estudio también señala que la demanda de productos petrolíferos para el transporte siguió recuperándose,
tanto para el transporte de mercancías como el de pasajeros. En ambos casos, el transporte por carretera continúa representando en torno al 90% del total. Este sector consumió más del 41% de la energía final y contribuyó con un 28% a las emisiones del CO2. Este incremento de la demanda de transporte se cubrió en gran medida gracias a un aumento de casi el 21%, que además permitió aumentar las exportaciones de derivados en más de un 5%.
«Todos estos factores parecen indicar que la mejoría observada en 2016 en los indicadores de sostenibilidad se debe principalmente a los cambios coyunturales en el mix de producción eléctrica. En un escenario de largo plazo, parece poco razonable fiar la sostenibilidad del sector energético de las precipitaciones, más aún en el caso español, que se enfrenta a un importante riesgo de bajada de las precipitaciones debido al cambio climático«, explica el comunicado.
En cuanto a los balances económicos, es reseñable que bajaron significativamente los gastos en energía primaria (un 22%) debido al descenso de los precios de los combustibles. Descendió también, aunque en menor medida los gastos en energía final, lo que supone un aumento del valor añadido del sector. No obstante, este valor añadido se reduce en un 37% si se descuentan los costes externos del sector asociados a la emisión de contaminantes.
BP ocupa el tercer puesto en el mercado petrolífero español, con una cuota de mercado en torno al 8%; mantiene además una posición destacada en el mercado industrial del gas natural, dice en su web.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.