La Junta de Castilla y León ha declarado hoy de Especial Interés el plan estratégico de Tresca Ingeniería, dado el importante impacto que puede generar en la comunidad, tanto a nivel social, como económico y empresarial. De esta manera, la compañía leonesa suma el I+D a una estrategia de crecimiento que inició el pasado 2022 y que les permitirá generar nuevos puestos de trabajo hasta alcanzar los 250 empleados en 2027.
El plan de la compañía contribuirá a la aceleración de la viabilidad comercial de proyectos para la creación de nuevos combustibles relacionados con el hidrógeno verde. De este modo, se impulsará el avance en la economía circular y descarbonización de la industria europea.
Además de avalar el plan, que cuenta con una inversión cercana a los 5 millones de euros, el gobierno autonómico de Castilla y León ha aprobado una subvención de 1,6 millones de euros para participar en seis programas específicos cuyos resultados servirán para el desarrollo de plantas de producción de biometano, e-metanol verde, amoniaco verde, combustibles aeronáuticos sostenibles y biocarbón como captador de CO2.
Proyectos de hidrógeno de Tresca Ingeniería
Dentro de los proyectos de I+D de Tresca Ingeniería, destaca el proyecto Maia, que pretende impulsar la producción sostenible de amoniaco verde y, de esta forma, solventar dos de los principales problemas que presenta actualmente el hidrógeno verde: su almacenaje y transporte. Esto se produce dado que la densidad energética del amoniaco es mucho mayor que la del hidrógeno (las calorías por metro cúbico aumentan considerablemente) y se necesita, por tanto, menos espacio para almacenar energía.
De este modo, esta propiedad posibilita el uso del amoniaco como combustible en transportes de grandes masas a larga distancia, como es el caso del transporte marítimo, donde ya se están probando motores para sustituir el fuel oil de los barcos por amoniaco mezclado con otros combustibles (combustibles fósiles, biocombustibles o el propio hidrógeno), o la industria intensivista que no pueda acceder a las redes de hidrógeno verde. A su capacidad como combustible hay que sumar las enormes posibilidades que su producción abre a la descarbonización de industrias que actualmente utilizan el amoniaco de origen fósil como materia prima en la elaboración de fertilizantes, plásticos o resinas sintéticas.
Actuaciones en materia de biomasa
Además de este proyecto, el plan de Tresca incluye otros tres relacionados con la biomasa: el que se está desarrollando en La Robla, que creará emetanol verde a partir de la captura de CO2 procedente de una planta de biomasa y de hidrógeno verde; otro que permitirá diseñar y poner en marcha plantas de producción de biometano a partir de la gasificación de la biomasa residual procedente de masas forestales y el último que producirá y aprovechará biochar a partir, también, de diferentes biomasas.
Por otro lado, el proyecto Asterope trabajará para producir combustible de aviación sostenible (SAF) mediante el tratamiento con hidrógeno de aceites vegetales, residuales o reusados y grasas animales. Por su parte, el proyecto Electra impulsará tecnologías de producción y almacenamiento de energías renovables.
Te puede interesar
- En Europa, solo Noruega supera a Castilla y León en potencia instalada renovable
- El potencial de producción de biometano de Castilla y León
- 2030, el año en que el hidrógeno verde será más barato que el gris
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.