Este próximo fin de semana comienza el horario de verano, un cambio de hora recogido en una directiva europea que afecta a todos los Estados miembros y que supone adelantar una hora los relojes para aprovechar mejor la luz solar por las tardes. Sin embargo, la Comisión Europea está evaluando la revisión de esta medida que según una resolución del Parlamento podría afectar a la salud.
A las dos de la madrugada del domingo, 25 de marzo, tendremos que mover las agujas del reloj y adelantarlas a las tres. Dormiremos una hora menos. La directiva europea 2000/84/CE obliga a aplicar un régimen horario de verano y un calendario común para las fechas y horas a las que debe comenzar y finalizar dicho horario para todos los Estados miembros, lo que implica modificar la hora dos veces al año, a final de marzo y final de octubre.
Cambio de hora ¿Hasta cuándo?
No existe la posibilidad de excepción que permita a un Estado miembro no aplicar el régimen de la hora de verano. Sin embargo, está medida está actualmente en cuestión en el mismo seno de la Unión Europea. El pasado 8 de febrero el Parlamento Europeo pidió evaluar la posibilidad de acabar con el cambio de hora ante su posible efecto pernicioso en la salud humana.
En una resolución no vinculante señalaba que, aunque ningún estudio científico sobre la cuestión ha llegado a resultados concluyentes, las investigaciones sí apuntan a la “existencia de repercusiones negativas sobre la salud humana”, informó el Parlamento Europeo en un comunicado. El texto, aprobado con 384 votos a favor, 153 en contra y 12 abstenciones, pedía a la Comisión que realice una evaluación exhaustiva de la directiva que regula el cambio horario y, en caso necesario, presente una propuesta para su revisión.
Aunque ninguno estudio científico sobre la cuestión ha llegado a resultados concluyentes, las investigaciones sí apuntan a la “existencia de repercusiones negativas sobre la salud humana”
Los eurodiputados recalcan, no obstante, que es esencial mantener un régimen horario unificado en la Unión, incluso tras el final de los cambios de hora bianuales.
La directiva sobre el horario de verano, vigente desde 2001, establece una fecha y hora comunes en toda la UE para los cambios de hora, con objeto de garantizar el correcto funcionamiento del mercado interior, dice en un comunicado el Ministerio de Energía español, que también recoge que varias iniciativas ciudadanas han puesto de relieve las preocupaciones de la ciudadanía por este sistema.
La directiva sobre el horario de verano, vigente desde 2001, establece una fecha y hora comunes en toda la UE para los cambios de hora, con objeto de garantizar el correcto funcionamiento del mercado interior
Según un estudio realizado por la Comisión Europea, esta medida tiene impactos positivos no solo sobre el ahorro energético sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
No sin eficiencia energética
En 2016,
el ahorro en iluminación propiciado por el cambio durante los meses de marzo a octubre, podría haber alcanzado el 5%, equivalente a unos 300 millones de euros. De esa cantidad, 90 millones correspondería al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar; mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Esta entidad avisa en cualquier caso de que los ahorros sólo son posibles con “un comportamiento racional en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural, en edificios del terciario y en industrias“. Es decir, adelantar la hora no ahorra si no va acompañado de eficiencia.
Además, independientemente del cambio de hora, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el IDAE recomiendan a los ciudadanos contribuir al ahorro de energía durante todo el año haciendo un uso inteligente de la misma en el hogar, tanto en lo que se refiere a la iluminación como al aire acondicionado, la calefacción, la compra de electrodomésticos eficientes, utilización del coche, etc.
¿Sigue siendo necesario?
El cambio horario se remonta a la década de los 70, cuando se produjo la primera crisis del petróleo
y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Pero ¿Sigue siendo necesario?
Desde Ecologistas en Acción piensan que “mover las agujas del reloj dos veces al año no implica necesariamente ahorro de energía. Cuando en otoño se retrasa el reloj, empresas y familias (si madrugan) necesitarán una hora menos de iluminación. Si son negocios de horario matutino el ahorro existe. Sin embargo, las familias se encontrarán con que llega la oscuridad una hora antes de lo habitual, y dado que la rutina horaria se mantiene, gastarán por la tarde esa hora de iluminación ahorrada (o no ahorrada) por la mañana“.
En cuanto a las empresas y oficinas que trabajan después de las 18 horas, esta organización publica en su página web que “tampoco habrán ahorrado, mientras que muchos comercios abren a las 10 y no ahorran por la mañana, pero requerirán una hora más de iluminación por la tarde, con lo que el cambio de hora les perjudica“.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.