El Gobierno ruso ha anunciado la creación de un plan de ámbito nacional ordenado por el primer ministro, Dimitri Medvedev, que deberá estar preparado para 2022 con medidas sociales y económicas para remediar la vulnerabilidad climática de Rusia. Aunque el gobierno ruso no solo atiende a las amenazas, sino que cree que pueden surgir oportunidades de los efectos del cambio climático.
Aunque Rusia no envió delegados de alto nivel a la última Cumbre del Clima celebrada en Madrid, su gobierno ha reconocido la vulnerabilidad que el país presenta ante los efectos del cambio climático, con ejemplos como las altas temperaturas que se están dando este invierno en regionales especialmente frías como Siberia, sus incendios veraniegos y las grandes inundaciones que han ocurrido recientemente. Otro ejemplo de ello son las inusuales temperaturas registradas en Moscú en los primeros días del año, 5,5 grados por encima de la media.
Por ello, el primer ministro ha presentado un plan de acción nacional que estará listo antes de 2022 para tratar de remediar esta situación y aprovechar las oportunidades que el gobierno cree que presentan los efectos del cambio climático.
La acción del cambio climático en Rusia es realmente alarmante, con una velocidad de calentamiento 2,5 veces mayor que en cualquier otro punto del planeta.
Oportunidades del cambio climático en Rusia
Los efectos del cambio climático en Rusia tendrían para el gobierno aspectos positivos, tales como la reducción del consumo energético en calefacción y el transporte de mercancías por la ruta del Norte, que se abre paso poco a poco por el Ártico debido a los efectos del deshielo. Por esta ruta, que conecta el Atlántico con el Pacífico a través de las costas rusas, el país podría acabar teniendo acceso a la plataforma continental del Pacífico, cuyas opciones de explotación de gas y petróleo están todavía por explorar.
Acción del calentamiento global en el país
La acción del calentamiento global en suelo ruso es realmente alarmante, con una velocidad 2,5 veces mayor que en cualquier otro punto del planeta. Por ello, el plan del gobierno tiene como objetivo la adaptación de la economía y la población a estos efectos, que influyen de manera notable en la industria del país y en la salud de las personas.
Entre las medidas del plan, que contendrá 30 en total, se contempla desde un estudio a nivel nacional de evaluación de la competitividad de los productos ruso en el mercado hasta nuevos planes de educación sobre el cambio climático en las escuelas.
Por otro lado, aun habiendo reconocido la vulnerabilidad del país ante el cambio climático, el gobierno no contempla en el plan ninguna intención de dejar de producir energía a partir del carbón.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.