Por primera vez, centros de investigación de diferentes países forman un consorcio europeo para el estudio de la calidad de las aguas marinas mediante técnicas novedosas de muestreo pasivo, que ofrecen la ventaja, entre otras, de analizar contaminantes a concentraciones muy bajas, más allá de los límites de detección de las técnicas tradicionales. Dicho consorcio ha lanzado el proyecto MONITOOL, financiado con casi 1,5 millones de euros por el programa europeo para la Cooperación Internacional INTERREG ATLANTIC AREA (2016-2020).
El principal objetivo del proyecto MONITOOL es contribuir a una mejor implementación de la Directiva Marco del Agua (ente legislativo que controla y regula la calidad de todas las aguas europeas) mediante el uso de dispositivos de muestreo pasivo, para la evaluación del estado químico de las aguas marinas de transición y costeras.
Además de AZTI, el consorcio lo integran seis centros de I+D de diferentes regiones del margen Atlántico europeo y un centro de referencia en aguas del mediterráneo
Además de AZTI, –centro de investigación especialista en la cadena de valor alimentaria y marítimo-pesquera-, el nuevo consorcio lo integran seis centros de I+D pertenecientes a las diferentes regiones del margen Atlántico europeo, desde las islas Canarias hasta el norte de Escocia y un centro de referencia en estudios de muestreadores pasivos en aguas del mediterráneo. Los integrantes del proyecto son: Instituto Tecnológico de Canarias, Instituto Português do Mar e da Atmosfera, Instituto Superior Técnico de Lisboa, Institut Français de Recherche pour l’ Exploitation de la Mer, Dublin City University y Università degli Studi di Cagliari.
Hasta junio de 2020, el proyecto MONITOOL desarrollará protocolos comunes de muestreo y análisis; llevará a cabo campañas de toma de muestras en los estuarios y costas de las diferentes regiones que constituyen el consorcio, cubriendo todo el margen Atlántico Europeo y las aguas costeras de Cerdeña, en el Mediterráneo; recopilará datos de concentraciones de metales disueltos en aguas costeras y en estuarios y desarrollará estándares de calidad ambiental (EQS, Environmental Quality Standards) para dichos dispositivos de muestreo pasivo.
Evaluación de la salud de las aguas marinas
Hasta la fecha se han realizado dos grandes campañas de muestreo de aguas marinas, instalándose a lo largo de toda la costa atlántica y en las costas de Cerdeña, un total de 300 dispositivos de muestreo pasivo, del tipo denominado DGT (del inglés Diffusive Gradients in Thin Films) para el análisis de la concentración de metales en las aguas. Los metales que se están analizando son el cadmio, el níquel y el plomo, considerados contaminantes prioritarios en la normativa europea. También se analiza la presencia de aluminio, cobalto, cobre, cromo, hierro, manganeso, plata y zinc, por el riesgo potencial que presentan para el medio ambiente.
Contaminación en bajas concentraciones
“Las concentraciones muy bajas de metales también pueden tener impacto en el medio marino; por tanto, si conseguimos detectarlas con el método DGT, logramos una mejor evaluación de la salud de las aguas”, ha afirmado la investigadora de AZTI, Maria Jesús Belzunce. De hecho, detectar la presencia de contaminantes aunque sea en concentraciones muy bajas en el medio marino es importante, porque también éstas pueden ser captadas por los seres vivos y, en consecuencia, producir efectos adversos sobre los mismos.
Los dispositivos de muestreo pasivo están constituidos por resinas que tienen la capacidad de atrapar y acumular los contaminantes
Los dispositivos de muestreo pasivo son sencillos utensilios, de bajo coste y fácil manejo. En el medio acuático se sumergen en el agua durante horas, días o incluso semanas o meses. Están constituidos principalmente por resinas que tienen la capacidad de atrapar y acumular los contaminantes del medio durante todo el tiempo de exposición. Esto permite integrar en el tiempo de exposición la variabilidad natural del medio acuático y detectar contaminantes a muy bajas concentraciones.
Por lo tanto, los dispositivos de muestreo pasivo representan un buen aliado para cumplir con los programas de vigilancia ambiental establecidos en la Directiva Marco del Agua, que obliga a los países de la UE a evaluar el estado químico de sus aguas continentales y marinas.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.