Llega el invierno, y con él, para los más afortunados, la calefacción. Y con la calefacción las boinas de contaminación en las ciudades, y un mordisco a nuestros bolsillos, pero esta vez no tanto por la electricidad, sino básicamente por el GAS.
Básicamente por el GAS, ¿por qué hemos caído en la trampa del GAS?
¿Alguien nos puede aclarar a los consumidores, cuáles son esas ventajas super fantásticas de consumir gas?
Vamos a ver, resulta que desde todos los ámbitos públicos y privados durante años, se ha estado incentivando, por activa o por pasiva el consumo de gas, el cambio de calderas, reformas en las viviendas para poder “tener gas”, parecería que si en tu casa no hay gas ciudad, eres una especie de cavernícola anclado en el pasado.
Hemos sufrido años de obras para poder llevar el gas a nuestros edificios, y después más obras para adaptar las viviendas al GAS, gas por aquí gas por allá…
¡Oh!, acabo de pronunciar la palabra maldita, ¡obras!, luego constructoras.
Que yo sepa, el gas viene fundamentalmente de una serie de países que no brillan precisamente por ser sitios ni estables, ni democráticos, lo que hace de nuestra dependencia energética, además, algo pelín “asqueroso”.
Por si fuera poco, los contratos, lejos de cumplir las indicaciones de la Comisión Europea, son absolutamente opacos, y además como se pagan por adelantado, las compañías están obligadas a intentar que consumamos cuanto más mejor.
[pullquote]»No hay seguridad de suministro, porque el gas viene de países lejanos mayoritariamente en zonas de conflictos e inestables»[/pullquote]
A todo esto, como se ha dejado libertad absoluta a “las constructoras” para construir infraestructuras de transporte y almacenaje, sin ninguna planificación (esto me suena), pues de nuevo tenemos un gasto en infraestructuras muy por encima de lo necesario, que revierten en encarecer, como no, la factura ¿de quién? ¡Premio! de los consumidores.
¡Por cierto!, todo este conjuntito de nimiedades, más algún otro, hace que de momento el GAS acumule una DEUDA TOTAL SUPERIOR al 15% de la facturación total ¡bingo!
Luego si no hay seguridad de suministro, porque el gas viene de países lejanos mayoritariamente en zonas de conflictos e inestables.
Si su deuda acumulada amenaza ya con ser peor problema que la de la electricidad.
Si dado el sistema de contratación, no incentiva el ahorro energético…
Entonces, ¿a quien beneficia? Desde luego a los consumidores y al país en general, no parece.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos entonces?
[pullquote]»los consumidores, debemos ser el vector fundamental del tránsito al nuevo modelo energético basado en el autoconsumo, la gestión compartida, la cooperación, la colaboración y la solidaridad» [/pullquote]
Pues podemos hacerlo todo, empezando por cambiar de actitud, y concienciarnos que el desarrollo de la tecnología y de las energías, como la fotovoltaica y la eólica, hacen que podamos romper con esa dichosa dependencia de energías foráneas, que podamos ser los dueños de nuestra forma de consumir, e incluso, de producir energía, que entendamos que esas fuentes de energía no son solo protagonistas del cambio climático, sino también de guerras, masacres, y migraciones masivas.
No me importa repetirlo una y otra vez: los consumidores, debemos ser el vector fundamental del tránsito al nuevo modelo energético basado en el autoconsumo, la gestión compartida, la cooperación, la colaboración y la solidaridad.
El ámbito energético nos ha regalado las herramientas más poderosas de empoderamiento ciudadano que nunca hubiéramos podido soñar.
Amigos, hay que implicarse y complicarse. Cuando vemos las imágenes de la gente ahogándose en el mar, pensemos que tenemos parte de responsabilidad. No solo es la deuda, el precio, el seguir financiando gobiernos corruptos, el cambio climático. Es plantarle cara al futuro, abrir los ojos y luchar de verdad, desde nuestros hábitos de consumo, por una realidad diferente.
Llega el invierno, y con él una oportunidad!
Ana Isabel Ceballo Sierra
@CeballoSierraA
Presidente de la Asociación General de Consumidores, ASGECO CONFEDERACIÓN
#CoopSumidores
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
Las apariencias engañan. Conocelo todo y elige lo mejor.
No deja claro como nos tendríamos que calentar si renunciamos al gas, pero ademas de la biomasa una solución es la aerotermia, con bombas de calor aire-agua. Sustituye a la caldera de gas y se reutiliza el circuito de calefacción. Es mas eficiente y economico a medio plazo aunque la inversion inicial es mayor. la electricidad para que funcione la bomba deberia ser renovable y de autoconsumo
Sin cuestionar el asunto del gas que es evidente los errores que se han cometido.
Una apreciación sobre la autoproducción. El gas en los hogares se destina a producir energía térmica. Las placas fotovoltaicas a producir energía eléctrica. No son las misma pescadilla.
Pienso que la independencia en el uso de la energía térmica para calefacción pasa por el uso de la biomasa y la revalorización de residuos, que sí tenemos; y con el desarrollo de redes de calefacción por distritos. Es cuestión de hacer números. Algo a lo que las personas parecemos poco proclives a hacer, exceptuando en la telfonía.
Muy interesante el artículo. Es curioso como hace unos años el logo de gas natural cambió a una mariposa con tonos verdes que recordaban a la naturaleza. Creo que hay confusión al respecto por parte de la sociedad.
Jose ha aportado un tip interesante, enfocarse en protecciones pasivas es lo mejor. Un saludo
Hola. Siendo breve, es infinitamente más rentable y viable invertir en protecciones pasivas (aislantes y mejoras de envolvente) q focalizar esfuerzos en «instalaciones más eficientes y producir nuestra propia energía»…
Saludos