No es la primera vez que hablamos de “burbuja en renovables”, pero España da la impresión de que se dirige hacia una nueva. Las solicitudes de conexión a la red de fuentes renovables crecen de forma imparable. Por detrás de muchas de ellas no hay más que especulación.
Las peticiones de licencias para conectar nuevos megavatios de energías renovables a la red eléctrica en España superan todo lo previsto. Y si ya se hacían especulaciones hace meses sobre este tema, la cosa ha empeorado en pocas semanas.
El sector de las renovables vivirá una gran expansión durante la próxima década con la instalación de nuevas plantas de producción de energía. Es como consecuencia de los planes del Gobierno para reducir emisiones, que requieren la creación de nuevas instalaciones. El nuevo plan energético va a mover muchos millones y abre una oportunidad en la que parece haber demasiados actores interesados.
Por ello, la propia Red Eléctrica (REE), que gestiona la red de alta tensión, ha alertado del exceso de solicitudes que hay para conectar una nueva instalación a la infraestructura eléctrica. Las estimaciones hablan de unos 150 GW solicitados. Eso, aunque lo que plantea el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) son unos 57 GW renovables en 2030.
Lo apuntaba la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hace poco menos de una semana. A finales de abril, y con garantías depositadas, ya existían solicitudes para esos 150 GW de proyectos de instalaciones de renovables, cogeneración y residuos.
Exceso de capacidad
El problema es importante, porque toda la capacidad solicitada no cabría en la red. Pero es que tampoco sería necesaria para abastecer la demanda.
A pesar de ello, de entre las peticiones, un total de 51 GW ya cuenta con los permisos concedidos para conectarse a la red eléctrica. Y más aún, las autorizaciones de acceso cubren casi el 100% de la energía solar fotovoltaica prevista en el PNIEC hasta 2030. Asimismo, el 83% de la eólica planeada. Eso es lo que afirmaba el director general de Operación de REE, Miguel Duvison, durante su intervención en el congreso de la patronal eléctrica Aelec.
Son muchas personas las que coinciden en que, de todos los proyectos presentados, menos de la mitad son reales. El resto sólo se han solicitado para especular. Así, la CNMC considera que hay numerosos los proyectos no viables entre las solicitudes realizadas.
En esa línea, REE advierte de cierta burbuja financiera y especulativa por detrás de numerosas solicitudes. Lo que se busca en muchos de ellos es el acceso a la red para revender los derechos posteriormente por un precio mucho mayor. Es decir, que el objetivo es lograr acceso a las redes, sin tener un proyecto industrial viable, para posteriormente revender esos derechos de conexión.
Burbuja por especulación
Todas las expectativas de energías verdes han generado una reventa que, según los cálculos, se ha multiplicado por diez. Dicha reventa está marcando precios que superan ya los cien mil euros por megavatio.
Teniendo en cuenta los 150.000 MW solicitados, la burbuja especulativa alcanza unos cuantos miles de millones.
El Gobierno ya ha intentado detener la avalancha de solicitudes sin proyectos viables. Se pretende evitar que los proyectos especulativos puedan obstaculizar los que sean sólidos. Por ello, el Ministerio para la Transición Ecológica multiplicó por cuatro el aval que se exige para solicitar la conexión a la red hace pocos meses.
La CNMC, por otra parte, acaba de proponer otras medidas. Entre ellas, ha propuesto que el acceso concedido tenga un plazo máximo de seis meses para presentar un proyecto en firme. Asimismo, la pérdida de los avales, con el fin de que las nuevas solicitudes tengan proyectos reales y viables por detrás. Incluso, que se asegure la culminación del proyecto.
También ha propuesto que la modificación de ciertas características del proyecto exija una nueva solicitud. Eso ocurriría, como ejemplo, en el caso de un cambio de ubicación de conexión o de un cambio de tecnología de generación.
Para la CNMC es vital realizar un seguimiento del proyecto, desde la presentación de la solicitud hasta la puesta en marcha. Eso evitaría la especulación.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela