El Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM), a través de su grupo de expertos de la Comisión de Energía, sugiere valorar las mejores y más eficientes tecnologías en el ámbito de la producción de calor, como la energía solar térmica, en el planteamiento de las soluciones de suministro energético para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
En este sentido, la Comisión Europea propone incrementar del 40 al 45% el objetivo relativo a la penetración de las energías renovables en el marco 2030, como medida para cumplir las directrices del Pacto Verde Europeo y las obligaciones en el ámbito de emisiones que se ha marcado con el Paquete “Objetivo 55”.
Además, el pasado mes de julio, los Estados miembros se comprometieron a reducir la demanda de gas en un 15% entre agosto de 2022 y marzo de 2023, lo que a España le supondrá la reducción voluntaria del consumo de gas entre un 7 y un 8%.
Objetivos para la calefacción y la refrigeración
En el ámbito industrial, el Consejo Europeo ha acordado un aumento gradual de los objetivos en materias de energías renovables para la calefacción y la refrigeración, con un aumento vinculante del 0,8% anual a escala nacional hasta 2026, y del 1,1% hasta 2030. También ha fijado un objetivo indicativo de incremento medio anual del 1,1% para la utilización de energías renovables en la industria.
Según David Valle, experto de la Comisión de Energía del Colegio: “Todos estos objetivos obligan a los Estados miembros a emplear toda una variedad de fuentes de energías renovables para que aprovechen los potenciales de cada área geográfica y se adapten a las necesidades energéticas específicas de la forma más eficiente y competitiva posible, lo que permitirá su desarrollo industrial”.
La energía solar térmica alcanza un rendimiento sobre la radiación solar recibida de entre el 70% y el 80%.
Emisiones del uso y la producción de energía
Actualmente, el uso y la producción de energía suponen el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, más del 50% de la demanda de energía se dirige a cubrir las necesidades térmicas de calor o de refrigeración, lo que representa cerca del 27% de las emisiones de carbono.
David Valle, apunta: “Es previsible que los nuevos sistemas de calefacción que instalemos para aplicaciones residenciales, comerciales o industriales sigan funcionando después de 2050, por lo que es necesario que estos no provoquen emisiones y estén basados en fuentes de energía renovables”.
Con estos datos sobre la mesa, la energía solar térmica se presenta como una buena opción para su uso industrial, cubriendo demandas de baja y media temperatura. También lo es para usos residenciales y domésticos, aplicada a suministro de agua caliente, piscinas, sistemas de calefacción urbana y calefacción de aire, tanto de forma individual como con instalaciones centralizadas para un edificio o de redes de calor.
Los beneficios de la energía solar térmica
David Valle afirma que una de las claves de la solar térmica se encuentra en su rendimiento, que se dispara en aplicaciones de generación de calor.
Este tecnología alcanza un rendimiento sobre la radiación solar recibida de entre el 70% y el 80%. Por su parte, la fotovoltaica para generación de electricidad y posterior conversión en energía térmica solo alcanza un 17%, excepto cuando la conversión se lleva a cabo con bomba de calor.
El aprovechamiento del terreno es otra de las ventajas de la solar térmica. El experto sostiene: “Esta tecnología tan solo necesita una hectárea para instalar 2 MW, frente a las cuatro hectáreas necesarias de la fotovoltaica para cubrir la misma potencia térmica por conversión directa de la eléctrica generada”.
De igual manera, los expertos defienden la promoción de la creación de redes de calefacción urbana centralizadas basadas en renovables. En este ámbito, apuestan por la combinación de energía solar térmica con biomasa, haciendo uso, preferentemente, de biomasa certificada y de proximidad, con bombas de calor para el aprovechamiento de la aerotermia y la energía geotérmica.
España cuenta con gran potencial de desarrollo de solar térmica
Desde la Comisión de Energía del Colegio, sostienen que España cuenta con un gran potencial para impulsar la solar térmica.
A las 2.500 horas anuales de sol que recibe nuestro país, hay que sumar nuestro tejido industrial, capacidad tecnológica y profesionales de alta capacitación. David Valle concluye que estas fortalezas permitirían que podrían «poner en marcha y mantener en funcionamiento inversiones en plantas de generación renovable, y en particular de energía solar térmica con un importante efecto multiplicador en nuestra economía».
Imagen: DepositPhotos.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.