En un contexto en el que el consumo anual de energía se incrementa de media entre un 1% y un 2%, se hace necesario aprovechar medios que abundan en nuestro país: la radiación solar y los recursos eólicos. Esta práctica, asociada la modalidad de suministro del autoconsumo, se convierte en un elemento fundamental para el cambio económico y social en el uso de la energía, haciendo partícipe a la ciudadanía de la gestión de la energía.
España es un lugar idóneo en recursos para combatir el cambio climático. Tanto la radiación solar como los recursos eólicos, sin olvidarnos de todas las formas de generación renovable, suponen grandes opciones junto al ahorro y la eficiencia energética para mitigar los efectos del cambio climático.
Aprovechar todos estos recursos asociados a la modalidad de suministro a partir del autoconsumo, que pueden adoptar tanto particulares como empresas, es una práctica fundamental para la electrificación de la economía, cuyas consecuencias serán realmente beneficiosas al colocar al consumidor en el centro del sistema energético, permitiéndole gestionar de manera libre su energía.
Autoconsumo en España
La publicación del RD-Ley 15/2018 reconoce el derecho a autoconsumir energía eléctrica sin cargos adicionales y elimina el conocido como impuesto al sol, así como otras barreras técnicas que todavía existían, dando como resultado una gran simplificación de los trámites de legalización de las instalaciones.
Dejando a un lado la tardía llegada del decreto ley, el escenario que se plantea actualmente es prácticamente ideal. Contamos con la tecnología más avanzada, así como unos precios del watio pico solar realmente competitivos. El momento perfecto para apostar por el autoconsumo, tanto para los que quieren sumar en la lucha contra el cambio climático como para aquellos que eran escépticos respecto al retorno de la inversión de las instalaciones.
¿Cómo funciona el autoconsumo fotovoltaico?
Las instalaciones de autoconsumo son fáciles de entender y utilizar. Estas instalaciones consisten en la integración de paneles fotovoltaicos en cualquier superficie aprovechable conectados a los respectivos aparatos electrónicos y a la red interior del usuario con los medios de seguridad eléctricos que permiten controlar la instalación en persona o de forma remota.
Cualquier instalación de autoconsumo dota al edificio, vivienda o nave en el que esté situada de un mayor valor de mercado, al incrementar su eficiencia.
Tipos de autoconsumo
Según sus diferentes aspectos o modalidades, Feníe Energía clasifica de este modo los tipos de autoconsumo:
- Individual o colectivo: en el caso del autoconsumo colectivo, varios consumidores pueden alimentarse del mismo punto de generación.
- Con o sin excedentes: en primer lugar, el autoconsumo con excedentes permite verterla energía sobrante en las redes de transporte y distribución, beneficiándose de mecanismos de compensación simplificada o propiciando la venta de la energía como sujeto productor. Por otra parte, el autoconsumo sin excedentes evita la inyección de energía en las redes de transporte y distribución.
- Menor de 100 kW o mayor de 100 kW: en el primer caso, el consumidor puede valerse de mecanismos de compensación simplificada y ver simplificados los trámites administrativos requeridos para la inscripción en el registro de instalaciones de autoconsumo.
- Con acumulación y sin acumulación: la instalación de equipos con acumulación está permitida en la nueva reglamentación en caso de se considere necesario.
- Compensación de excedentes o venta de red: Los mecanismos de compensación simplificada facilitan la reducción del coste de la factura, teniendo en cuenta la energía excedentaria inyectada en la red. No es necesario darse de alta como sujeto productor.
- Venta de energía a la red: En este caso, el sujeto productor autoconsume parte de la energía generada y vende a la red la energía restante.
- Según la tecnología generación renovable utilizada: puede ser solar. eólica, minieólica, hidráulica, minihidráulica o biomasa, entre otras.
Ventajas del autoconsumo
Ser autoconsumidor conlleva varias ventajas. Feníe energía destaca 5:
- El autoconsumidor es dueño de su energía. Por tanto, decide cómo y cuándo consumirla, con un coste gratuito.
- Consecuencia de la primera es el ahorro económico en la factura eléctrica.
- Cualquier instalación de autoconsumo dota al edificio, vivienda o nave en el que esté situada de un mayor valor de mercado, al incrementar su eficiencia.
- Una instalación de autoconsumo evita una tonelada de CO2 al año por cada kilovatio instalado.
- Las instalaciones de autoconsumo hacen que el sistema eléctrico sea más eficiente, ya que esta modalidad de suministro reduce las pérdidas en el transporte y distribución de energía eléctrica debido a la cercanía entre los puntos de generación y consumo.
- Deducciones en impuestos (IBI): cada vez son más ayuntamientos los que realizan rebajas en los impuestos locales para los bienes inmuebles, por mejoras en eficiencia energética. Supone un aumento muy considerable en la rentabilidad del autoconsumo.
- Respecto al sector empresarial, tener una planta de autoconsumo implica ser más competitivo, por reducción de costes. El coste energético es uno de los más importantes dentro de las empresas y en particular dentro de la industria.
Fuente: Feníe Energía.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.
El autoconsumo es una buena opción y cada vez está en crecimiento y es que esta forma de energía respeta el medio ambiente. La sociedad cada vez se preocupa más por cuidar y mejorar el planeta y cambiar los hábitos de consumo. Además, del ahorro económico que se experimenta.