En esta ‘rentrée‘ nos hemos quedado sin grandes fichajes futboleros como los de las últimas temporadas en las que llegaban figuras como Bale, Neymar o el Ronaldo de turno. Este año ni siquiera la tragicomedia del frustrado fichaje de De Gea ha dado para mucho más allá de unas buenas dosis de ironía.
Sin traspasos de impacto en el mundo del balón el fichaje del año ha sido el de Carlos Fernández que ha pasado de lucir en las redes sociales la camiseta azul como Community Manager de la Policía Nacional a enfundarse la verde (dime de qué presumes…) de Iberdrola.
Solo la cifra de casi dos millones de seguidores en Twitter (tantos como todos los partidos políticos juntos) lo dice todo sobre el éxito de este gran profesional de la comunicación. Su labor es el compendio de todo lo bueno que pueden tener las redes sociales: información, participación, sensibilización, etcétera, sin caer en ninguno de los defectos que a veces desacreditan este universo como lo es la ausencia de rigor o la frivolidad. Un trabajo perfecto que es ejemplo para muchos cuerpos de seguridad en todo el mundo y, por supuesto, la envidia de todos los que, con más o menos ambición, circulamos profesionalmente por las redes sociales.
Iberdrola lo ficha para ponerlo al frente de la “Dirección Digital and Social Media” (¡Sí, las primeras en español y las otras en inglés!) ámbito en el que hasta ahora esta “gran compañía” es un pigmeo en relación a su relevancia en el mundo económico y mucho más respecto a esos insólitos beneficios que ha seguido obteniendo en años de crisis, recesión y, sobre todo, caída de la demanda; insisto, insólitos por mucho que maticen que ahora la mitad del resultado viene del negocio de fuera de nuestras fronteras.
La compañía que dirige José Ignacio Sánchez Galán, como el resto de las compañías energéticas, no controla las redes sociales. No tiene la influencia (por decirlo suavemente) que tiene en los medios de comunicación (tanto convencionales como digitales) donde su poderío como uno de los principales anunciantes se complementa con un trato exquisito a mis compañeros periodistas con invitaciones a irresistibles viajes, ya sea a una final de la Eurocopa o a una plácida estancia en Brasil, por ejemplo. No, de momento las redes sociales no son su campo. Un dato ilustra esta realidad: la Fundación Renovables con un presupuesto anual que no supera los 20.000 euros (sí, veinte mil) tiene 21.000 seguidores en Twitter mientras que Iberdrola con una cifra de negocio de 30.000 millones de euros apenas cuenta con 26.000 en su perfil corporativo (37.000 en el de clientes). No, definitivamente éste no es su terreno.
Pero no solo ella tiene ese problema, el resto de las compañías eléctricas, y energéticas en general, son unos bichos raros que asoman muy discretamente la patita en este mundo donde tan difícil es controlar los contenidos puesto que cada uno de nosotros es dueño de lo que escribe, decide a quién sigue y a quién deja de seguir y dónde además, por decir algo, no hay subdirector de opinión que censure (perdón, que seleccione) las cartas de los lectores. Es un territorio hostil para ellos porque en las redes se habla de la subida de un 70% del recibo de la luz, en las redes se denuncia la pobreza energética, en las redes se critican las “puertas giratorias”, temas –entre otros- en los que ellos tienen más que callar que decir.
El problema del fichaje de un gran profesional como Carlos Fernández es que para una inmensa mayoría de los que circulamos, leemos, opinamos o seguimos este mundo de la energía, Iberdrola es la compañía que en su día reclamó el parón de la renovables (aunque haga de ellas su icono publicitario) para salvar su negocio convencional y es la que se inventó el peaje al sol ( llamado técnicamente peaje de respaldo) para hacer inviable el derecho al autoconsumo con el cínico, muy cínico, argumento de que así se defienden los intereses del conjunto de los consumidores.
Carlos, compañero, maestro, me gustaría desearte éxito, pero éxito sería cambiar el discurso de una compañía que antepone sus resultados al interés de la ciudadanía en un tema tan esencial como lo es el acceso a la energía. Porque ya sabes: “aunque la mona se vista de seda”…. por muchos seguidores que un genio les consiga en las redes sociales… “mona se queda”.
Sergio de Otto
Periodista
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.