Con una tendencia completamente creciente de las tecnologías electrificadas en la automoción, se hacen necesarias medidas como la mejora del proceso de combustión de los carburantes (diésel o gasolina), así como reducir el consumo de combustible y la contaminación de las emisiones de escape. Aumentar el octanaje del combustible puede ser una gran opción como medida de mejora de calidad del aire y reducción de la contaminación.El octanaje es un parámetro que indica el rendimiento de un combustible en un motor.
Por tanto, la cifra de octanaje indica la resistencia de un combustible a la detonación prematura en la cámara de combustión de un motor de combustión interna. Cuanto más elevada sea la cifra, mejor será el rendimiento de un proceso de combustión.
En un contexto de compromiso de la UE de reducir las emisiones de CO2 para 2030, la institución ha de aprovechar todos los medios existentes para reducir las huellas de carbono de las tecnologías. Una de ellas es el aumento del octanaje.
La cantidad de dióxido de carbono (CO2) generado al quemar un litro de combustible depende de la cantidad de carbono en el combustible. Típicamente, más del 99 % del mismo se emite como CO2 cuando se quema. Se emiten cantidades muy pequeñas de hidrocarburos (HC) y monóxido de carbono (CO), que se convierten en CO2 relativamente rápido en la atmósfera. El contenido de carbono varía según el combustible.
Research Octane Number
El Research Octane Number (RON) simula el comportamiento de la gasolina en condiciones de baja carga. La mayoría de las ventas de gasolina en Europa corresponden a combustibles con un octanaje RON de 95 octanos. Estas ventas supusieron el 86,3% del total en 2016.
En un contexto de compromiso de la UE de reducir las emisiones de CO2 para 2030, la institución ha de aprovechar todos los medios existentes para reducir las huellas de carbono de las tecnologías. Una de ellas es el aumento del octanaje.
Aumento del octanaje
Una de las opciones más viables de reducir las emisiones de CO2 es el aumento del número RON a 102 octanos,
en pro de favorecer el consumo de combustibles de mayor calidad.
Para ello, es necesario la implantación de medidas en la legislación automotriz en favor de mejorar la calidad del combustible, que proporcionarían un ahorro de energía de, al menos, un 7% y un ahorro de emisiones de al menos 20 millones de toneladas de CO2 anuales.
Actualmente, las normativas europeas tienen como objetivo la reducción en un 40% de las emisiones de gases contaminantes para 2030 (en comparación con los niveles de 1990).
Estos gases contaminantes son monóxido de carbono (CO), óxidos de azufre (SOx), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas (PM).
Fuente: Sustainable Fuels.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.