El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) ha solicitado que se utilice de forma más eficaz y eficiente el nuevo Fondo de Transición Justa. El importe de 19.300 millones debería ayudar a mitigar el impacto socioeconómico que tiene la transición en las regiones carboníferas. Auditores de la UE han presentado un informe que señala la escasa atención de la UE a estas regiones para la creación de empleo y la transición energética.
Además, el informe señala que se han reducido considerablemente las emisiones de CO2. En contrapartida, a veces, se han sustituido por importaciones u otros combustibles fósiles.
Concretamente, según apuntan, Alemania y Polonia han aumentado sus importaciones de carbón en los últimos 15 años. En consecuencia, el carbón sigue siendo una fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en: Polonia, República Checa, Bulgaria, Alemania, Eslovenia y Rumanía.
Asimismo, solicitan que se hagan estudios más fiables de las emisiones de metano de las minas abandonadas o cerradas.
Los auditores de la UE no ven impacto en renovables
Las regiones que examinaron los auditores de la UE no tuvieron ningún impacto significativo en la producción de energías renovables. Y las inversiones en ahorro energético, financiadas por la UE o tuvieron un impacto modesto o no pudieron cuantificarse.
Loa auditores de la UE examinaron un total de 7 regiones de Polonia, República Checa, Bulgaria, Alemania, Eslovenia y Rumanía. Los fondos de la UE concedidos en el marco financiero 2014-2020 abarcaba más de 12.500 millones de euros de esos fondos europeos.
En base al informe, los auditores de la UE recomiendan a la Comisión si el Fondo de Transición Justa se utiliza de forma eficaz y eficiente. Especialmente, si se usa para mitigar el impacto socioeconómico de la transición a la neutralidad climática de las regiones carboníferas.
No hay análisis previos
Los auditores de la UE también critican que no haya análisis previos a la propuesta del Fondo de Transición Justa de 19.300 millones. Según señalan deberían hacerse análisis adecuados de los logros conseguidos en las regiones afectadas con los fondos concedidos previamente. Y tampoco de si tienen otras necesidades dichas regiones.
Específicamente, señalan que se haya el gasto sin que tenga lugar la transición. Un riesgo, avisan, que se ve acentuado por el plazo limitado del programa. La mayor parte de los fondos deben comprometerse antes de fin de 2023 y utilizarse antes de acabar 2026.
A todo ello, se suma la guerra de Ucrania y los efectos en el mercado energético. Este hecho podría provocar retrasos en el abandono del carbón, de cara a la transición. En consecuencia, Nikolaos Milionis, miembro del tribunal responsable de la auditoría, ha indicado la necesidad de que la Comisión Europea se asegure de que los fondos apoyen una vía clara para la transición hacia el abandono del carbón. Y que se tengan en cuenta las tensiones en el mercado de la energía tras la invasión rusa.
FUENTE: Europa Press.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela