ha puesto en marcha un un proyecto piloto para el reciclaje físico de residuos de plástico. Este tipo de reciclaje complementa los proyectos de investigación sobre reciclajes químico y mecánico de plásticos procedentes de vehículos en desuso. El objetivo del programa: crear materiales granulados de alta calidad para su utilización en la producción en serie de automóviles nuevos.
Apoyándose en socios de la ciencia y la industria, Audi está investigando nuevas formas de mejorar la reciclabilidad de los materiales y ahorrar materias primas. En colaboración con el Instituto Fraunhofer, Audi ha puesto en marcha un proyecto piloto con un método para reciclar plásticos. Después, los utilizará para la producción en serie.
La compañía quiere hacer de los ciclos cerrados de materiales una parte integral de la cadena de valor del automóvil. Para ello, está poniendo en marcha proyectos piloto de reprocesamiento para un listado creciente de materiales y componentes. El objetivo: adquirir experiencia con el mayor número posible de técnicas de procesamiento y producir derivados para la futura aplicación de determinadas materias primas.
Los ciclos de materiales presentan varias ventajas: por un lado, reducen la demanda de materias primas, tanto renovables como no renovables; por otro, los materiales basados en estos ciclos tienen una huella energética más favorable.
Además, la puesta en marcha de métodos de reciclaje cada vez más eficientes aumentan la sostenibilidad de la compañía en su conjunto.
Audi tiene previsto aumentar la proporción de materiales reciclados que se utilizan en el proceso de producción de un vehículo. Actualmente hay hasta 27 componentes fabricados con material reciclado en el Audi Q4 e-tron.
Diferentes métodos para según qué plásticos
No todos los tipos de plástico pueden clasificarse y reciclarse con la misma calidad o incluso de la misma manera. Por tanto, Audi está estudiando diferentes tecnologías al mismo tiempo: reciclaje mecánico, químico y, más recientemente, físico.
El propósito de la compañía es clasificar cada vez más materiales para aplicaciones diversas y exigentes en la fabricación de vehículos. Asimismo, identificar las técnicas óptimas de procesamiento y reciclaje para poder cerrar los ciclos. Según Mike Herbig, del Equipo de Polímeros de Audi:
“Nuestro objetivo es siempre recuperar el mayor número posible de elementos de plástico del coche al final de su vida útil, para poder volver a reciclarlos de nuevo”.
Los vehículos actuales suelen contener más de 200 kilogramos de elementos y compuestos plásticos. Como ejemplo, se fabrican con este tipo de material: los paragolpes, la rejilla del radiador, numerosas piezas del interior, así como distintos componentes de los sistemas de propulsión y de climatización.
Estos residuos de plástico, a veces mezclados: se someten en primer lugar a un procedimiento mecánico de triturado; se separan así de otros materiales; y, posteriormente, pasan a un proceso de posterior de transformación en plástico granulado.
Las exigencias de calidad de los plásticos son muy elevadas. A los componentes reciclados se les aplican los mismos criterios que a los fabricados con materiales primarios. Entre ellos se encuentran: la seguridad frente a impactos, o la resistencia al calor y la resistencia a los medios, por ejemplo, frente a disolventes orgánicos, aceite o fluidos hidráulicos.
Además, hay que tener en cuenta la estabilidad dimensional y la calidad, el tacto, la apariencia y el olor del material. Y durante toda la vida útil del vehículo. Asimismo, cada vez son más importantes los requisitos medioambientales.
Reciclado de plásticos
El reciclado mecánico de plásticos llega a sus límites cuando: se procesan diferentes tipos de materiales plásticos que forman un único compuesto y se utilizan diversos adhesivos, revestimientos y rellenos, como las fibras de vidrio.
Una desventaja añadida es que la calidad de los plásticos disminuye con cada paso del procesamiento mecánico. Por lo general, los plásticos reciclados de este modo ya no son adecuados para la construcción de vehículos. Especialmente cuando se trata de fabricar componentes relacionados con la seguridad.
Junto con el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT) y socios de la industria, Audi también ha desarrollado un método de reciclaje químico. Los residuos plásticos mezclados se transforman en aceite de pirólisis. Puede sustituir al petróleo como materia prima en la producción de plásticos de alta calidad. Los componentes fabricados de este modo son tan válidos y seguros como cuando se fabrican con materias primarias.
Procesos físicos, químicos y mecánicos
Audi realiza proyectos de investigación centrados en el reciclaje mecánico y químico. Pero también está llevando a cabo un estudio de viabilidad en colaboración con el Instituto Fraunhofer IVV de Ingeniería de Procesos y Embalaje. Investigan las posibilidades del reciclaje físico de los residuos plásticos de automoción y su reutilización en los vehículos.
Este método permite trabajar con plásticos con niveles de contaminación significativamente más altos. Eso supone que no es necesario realizar una clasificación previa tan exhaustiva con los plásticos de un vehículo en desuso para proceder al reciclaje.
A diferencia del reciclaje químico, mediante el reciclaje físico no se destruye el plástico, sino que se disuelve utilizando disolventes. Esto significa que no se produce ninguna reacción de degradación química, y que las cadenas de polímeros permanecen intactas.
Si es necesario, las sustancias ignífugas o incombustibles también pueden disolverse. Asimismo, los disolventes utilizados se evaporan y se introducen en el ciclo.
Tras el proceso de secado, se obtiene un plástico granulado muy puro que iguala la calidad del material primario. El objetivo ahora es producir mayores cantidades de este granulado para garantizar su viabilidad técnica y ensayar su rentabilidad.
En otras pruebas, el material obtenido mediante este proceso se transformará para su utilización en piezas complementarias. Como ejemplo, las palancas para regular la altura de los asientos. Se trata de un componente pequeño, pero que debe cumplir estrictas normas en cuanto a emisiones y olores. En el futuro, Audi utilizará las distintas tecnologías de reciclado de forma complementaria. Así recuperará los plásticos de los vehículos al final de su vida útil para una reutilización de alta calidad.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela