Atlantic Cooper ha conseguido una financiación de 44 millones de euros para un cobre más sostenible. Es como consecuencia de su estrategia de sostenibilidad y eficiencia en el Complejo Metalúrgico de Huelva. Dicha estrategia ha permitido que cuente con un ‘sello verde’ internacional y, por tanto, la concesión de la citada financiación.
La compañía Atlantic Cooper, filial de la americana Freeport-McMoRan, cuenta con un importante complejo metalúrgico en Huelva. Es un centro de producción industrial dedicado al aprovechamiento integral de materias primas. El principal resultante del proceso es el cobre. Sin embargo, también producen ácido sulfúrico, silicato de hierro y lodos electrolíticos conteniendo metales preciosos como oro, plata, paladio, platino, etc.
Desde hace tiempo, Atlantic Cooper persigue la eficiencia y un abastecimiento sostenible de energía. De hecho, en la última década, la compañía ha invertido diez millones de euros anuales en innovación. Con ello ha conseguido reducir un 30% su consumo de energía y un 41% las emisiones de CO2. En esa línea, el complejo está considerado uno de las más eficientes del planeta.
Financiación para Atlantic Cooper
La compañía onubense ha acordado con BBVA a dos líneas de financiación por importe de 44 millones de euros. De ellos, 19 millones serán a través de un préstamos verde y 25 millones, mediante una línea de crédito “revolving” sostenible. Esta última estará basada en el rating ESG (por las siglas en inglés de Environmental, Social & Governance) de la propia agencia de calificación.
El acuerdo Atlantic Cooper-BBVA ha sido sellado bajo la supervisión de la agencia independiente de calificación medioambiental, social y de gobernanza Vigeo Eiris.
Dicha financiación está en línea con la estrategia de la compañía. Persigue el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para la Agenda 2030, que España ratificó en 2015.
El acuerdo de financiación es todo un reconocimiento a la actividad de Atlantic Cooper, en relación a su producción sostenible de cobre refinado. Asimismo, “refuerza el trabajo de la compañía en el desarrollo de acciones encaminadas a una mayor eficiencia energética, hídrica y orientada a la Economía Circular”.
Eficiencia y sostenibilidad
La inversión que la compañía ha realizado en el Complejo Metalúrgico de Huelva ha sido de 235 millones de euros en 25 años. En 1994 arrancó el Proyecto de Expansión y Mejoras Ambientales, que engloba proyectos de innovación, eficiencia energética y de medio ambiente.
Gracias a ello, alrededor del 15% de la energía que consume la planta proviene de la recuperación de calor y cogeneración de los procesos de fundición del concentrado. Eso ha supuesto una reducción de un 25% del consumo unitario de energía esta última década. Y casi un 40% en lo que va de siglo.
Al mismo tiempo, el complejo ha conseguido reducir las emisiones contaminantes a niveles muy inferiores a lo establecido por la Unión Europea. Energía sostenible y un bajo impacto medioambiental han permitido las valoraciones de la agencia internacional a la hora de certificar con el sello verde la actividad de la compañía.
Atlantic Copper quiere conseguir, a medio y largo plazo, que más del 60% de la electricidad consumida en la planta provenga de fuentes renovables. Para ello, ha suscrito con Fortia Energía un contrato de suministro de 135 GWh de electricidad hasta 2029 bajo la fórmula PPA (Power Purchase Agreement). Eso supone una clara alineación con el Objetivo de Desarrollo Sostenible #7 “Energía asequible y no contaminante”.
Huella medioambiental de Atlantic Cooper
Además, Atlantic Cooper se ha unido en los últimos años a otros socios europeos. En concreto, a centros de investigación, universidades y empresas del sector metalúrgico. Quiere poner en marcha proyectos relacionados con la producción sostenible y la Economía Circular. Prueba de ello es la participación activa de los equipos de I+D+i de la compañía en el programa EIT Raw Materials.
Uno de los proyectos más importantes es RED SCOPE (Recovery of Effluent Discharge for Sustainable Copper Processing in Europe). Su objetivo es analizar la viabilidad técnica y económica de una planta de tratamiento para maximizar la recuperación de las aguas de proceso de fundición. El agua, reutilizada como agua de proceso, reducirá el consumo de agua fresca. Se trata de un nuevo ejemplo de reaprovechamiento de uno de los procesos clave de producción de cátodos.
El proyecto está liderado por Atlantic Copper. Cuenta con la coordinación técnica de Suez, encargada de la definición y diseño de la línea de proceso, con la participación también de Cetaqua, Centro Tecnológico del Agua, y el Instituto Sueco de Investigación Ambiental (IVL), encargado de la caracterización y estudio de la posible valorización del residuo que se pudiera generar.
Por último, Atlantic Copper dispone de un Sistema Integrado de Gestión Ambiental (SIGMA), certificado por AENOR. Es la herramienta que emplea la compañía para implementar y llevar a la práctica la Política Ambiental.
Una financiación verde
Todo lo expuesto anteriormente ha sido el aval principal para que Atlantic Cooper haya conseguido la financiación que citábamos líneas arriba. Y es que un préstamo es considerado ‘verde’ cuando el objetivo es promover la sostenibilidad medioambiental. Además, tiene que estar calificado como tal por un organismo externo.
En este caso, la compañía ha recibido la certificación de esta agencia independiente, Vigeo Eiris, que ha ratificado –tras la concesión del sello verde- que los créditos acordados cumplen realmente con los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela