Si tuviéramos que hacer un ranking con los países de los que más estamos hablando en las últimas semanas, Alemania ocuparía los primeros puestos. El Gobierno alemán se muestra de lo más concienciado con la lucha contra el cambio climático y la descarbonización. Lo último: acaba de presentar su Proyecto de Estrategia de Hidrógeno.
Que Alemania apuesta por el hidrógeno verde es algo que adelantamos unas semanas antes de que terminara 2019. El Gobierno alemán anunció su intención de invertir alrededor de 300 millones de euros en proyectos de investigación para fomentar el uso de hidrógeno obtenido a partir de fuentes de energías renovables. Ahora, con la presentación del Proyecto de Estrategia de Hidrógeno, el compromiso es mucho más firme.
Alemania quiere más edificios eficientes para 2022 y así es como espera conseguirlo
El primer borrador de la estrategia nacional de hidrógeno fija varios objetivos. El primero es que al menos el 20% del hidrógeno de Alemania se producirá a partir de energías renovables en 2030. Para conseguir esta tasa de hidrógeno verde, la principal acción será la construcción de tres a cinco gigavatios de electrolizadores.
El hidrógeno obtenido tendrá diversas aplicaciones. El transporte tendrá un lugar preferente: para 2030, la proporción obligatoria de combustibles renovables en el transporte, incluido el hidrógeno, se incrementará al 20% frente al actual 14%.
Otras medidas que contempla el Plan de Estrategia de Hidrógeno que quiere aprobar Alemania son:
- promoverá la infraestructura necesaria de la estación de servicio con 3.400 millones de euros
- incrementará la financiación para los llamados laboratorios reales seleccionados el año pasado, en los que la producción y la aplicación de hidrógeno se probarán a escala industrial.
Además de los 400 millones de euros ya previstos, se planifican 650 millones de euros para más de cuatro años. - implementará planes para crear una red de hidrógeno puro. En este sentido hay que apuntar que el gobierno tiene avanzado un proyecto para una red de hidrógeno de 5.900 km, que consistirá en un 90% en tuberías y tanques de almacenamiento que ya existen en la actualidad
Hidrógeno verde, hidrógeno gris e hidrógeno importado
Alemania utilizará su posición presidencia del Consejo de la UE para impulsar una estrategia de hidrógeno a nivel europeo. En este sentido, sus prioridades son el llamado «acoplamiento sectorial» entre las redes de gas y electricidad, así como el desarrollo de un mercado interno de la UE para el hidrógeno.
Para proporcionar suficiente electricidad renovable para la electrólisis, la estrategia prevé el uso de electricidad de parques eólicos marinos en el Mar del Norte.
Esto también significa que habrá que intensificar la cooperación con los Estados miembros vecinos de la UE. El primer proyecto de este tipo es comenzar en la ciudad portuaria belga de Ostende en 2022 (aquí está proyectada la mayor planta de hidrógeno verde del mundo).
Sin embargo, dado que Alemania no podrá abastecerse con la cantidad necesaria de energías renovables para la producción de hidrógeno en un futuro próximo, «una gran parte de la demanda futura de hidrógeno sin CO2 o sin CO2 tendrá que ser importada», reconoce el borrador.
Al ser el hidrógeno verde más costoso, los planes alemanes no dejan fuera al hidrógeno gris. Producido a partir de gas natural es el que emplea la industria actual de forma mayoritaria.
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Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.