Aprobada en 2007, la Ley de Responsabilidad Ambiental obliga a las empresas a poner en marcha medidas de prevención, evitación y reparación de los daños medioambientales que puedan provocar.
Mañana, 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medioambiente. Por este motivo, la entidad de servicios técnicos, de seguridad y certificación a nivel mundial TÜV Rheinland ha elaborado un recordatorio explicando cómo afecta la Ley de Responsabilidad Ambiental a la empresas.
La Ley de Responsabilidad Medioambiental entró en vigor en 2007. Establece una serie de medidas que deben cumplir todas las empresas para ser ecoeficientes. El objetivo es que los titulares de la actividad económica o profesional que ha ocasionado el daño asuman la totalidad de los costes de las medidas de prevención, evitación o reparación adoptadas.
El año pasado, se aprobó una modificación de la Ley de Responsabilidad Medioambiental (reflejada en la Orden APM/1040/2017). Esta mejora exige a las empresas que presenten una garantía financiera o, lo que es lo mismo, que justifiquen cómo pueden pagar las posibles sanciones por dañar el entorno.
También establece qué multas deben pagar en caso de incumplimiento de la norma. Las multas van desde los 10.001 hasta los dos millones de euros, pudiendo –en el
caso de las infracciones muy graves– llegar a perder las autorizaciones para operar.
Las obligaciones que la Ley Medioambiental impone a las empresas
Tal y como recuerda TÜV Rheinland, la Ley de Responsabilidad Medioambiental distingue entre empresas de prioridad 1 y 2.
- las empresas de prioridad 1 tuvieron que presentar la garantía financiera antes del 1 de noviembre de 2018.
En este grupo se encuentran las instalaciones de combustión con una potencia
superior a 50MW y las instalaciones para valorizar o eliminar residuos peligrosos. - las empresas de prioridad 2 están todavía en plazo: tienen hasta el 1 de noviembre de este año para justificar cómo pueden pagar los posibles daños medioambientales.
En este grupo entran las coquerías, empresas dedicadas al refino de petróleo, y la fabricación de sales mediante transformación química o de explosivos.
Cómo evitar sanciones
Para evitar sanciones, las empresas (tanto públicas como privadas) deben realizar un Análisis de Riesgos Medioambientales y garantizarlos a través de un verificador acreditado.
En función del resultado:
- si la cuantía resultantes es menor de 300.000 euros, no hay sanción
- si está entre 300.000 y dos millones de euros, la acción a seguir dependerá de si dispone de certificación ISO 14.000
- si es superior a dos millones de euros, debe suscribir una Garantía Financiera
TÜV Rheinland ayuda a las empresas en su compromiso. La compañía mide, certifica y proporciona asistencia técnica sobre emisiones y para la implementación de obligaciones de acuerdo con la regulación en vigor.
“Tener en cuenta estos aspectos permite a las empresas potenciar el compromiso de actuar en materia medioambiental, además de proporcionar una serie de beneficios para los trabajadores y la sociedad en materia de mejora del medio ambiente y la calidad de vida en general”, han dicho desde TÜV.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.