El Consejo de Seguridad Nuclear, CSN, asegura que sólo en las centrales nucleares españolas de Ascó y de Almaraz existen componentes fabricados con piezas procedentes de la forja Le Creussot, propiedad de AREVA desde 2006, en cuyos dosieres de fabricación se han encontrado irregularidades en el control de fabricación de aproximadamente unas 400 piezas de un total de 10.000 fabricadas desde el año 1965.
En un comunicado publicado ayer, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) asegura que la Dirección Técnica de Seguridad Nuclear concluye que los componentes afectados son aceptables para seguir funcionando sin restricciones.
Asimismo, explica que AREVA, por indicación del organismo regulador de Francia (ASN), llevó a cabo una revisión de los registros de calidad de las piezas fabricadas en la citada forja que permitió identificar en aproximadamente unas 400 piezas de un total de 10.000 fabricadas desde el año 1965, la existencia de irregularidades en el control de calidad de la fabricación.
A partir de esa información el Consejo de Seguridad Nuclear requirió a todos los titulares de las centrales nucleares españolas que proporcionasen información para identificar los componentes suministrados por AREVA que pudieran estar afectados por esta problemática. Como resultado, se ha podido identificar que «sólo en las centrales nucleares de Ascó y de Almaraz existen componentes fabricados con piezas procedentes de esa forja en cuyos dosieres de fabricación se han encontrado ese tipo de irregularidades«, asegura el CSN.
Estas irregularidades se refieren a piezas usadas en la fabricación de los generadores de vapor (en concreto de los generadores de vapor 2 y 3 de la unidad 1 y del generador de vapor 3 de la unidad 2 de la central nuclear de Almaraz, así como de los generadores de vapor 1 y 2 de la unidad 1 y del generador de vapor 1 de la unidad 2 de la central nuclear de Ascó) y de la brida de la tapa de vasija de la unidad 2 de Almaraz.
Composición química
En concreto, el organismo español habla de «diferencias en los resultados de la composición química de esas piezas entre registros de análisis químicos realizados en el proceso de forja. Se ha encontrado la existencia de datos diferentes sobre el contenido, en tanto por ciento, de elementos como el aluminio y el manganeso, y a su vez dichos datos no siempre estaban dentro del rango definido en la especificación de compra. No obstante, los valores registrados en todos esos casos se encuentran dentro de los márgenes especificados por el código usado en la fabricación (código ASME)«.
También señala «evidencias de la realización de un tercer proceso de tratamiento térmico de la forja de la virola superior de un generador de vapor, motivada porque las dimensiones de la pieza no cumplía los criterios dimensionales, sin que esté documentado en el informe del dosier final de fabricación«.
Posibles impactos
Equipos Nucleares, S.A. (ENSA), empresa que intervino en la fabricación de esos componentes adquiriendo estas piezas a la citada forja y también en las comprobaciones para documentar y valorar estas irregularidades, no ha identificado que tengan un impacto negativo en la integridad de los componentes afectados, señala el comunicado.
El CSN también recoge que, de acuerdo con la información proporcionada esta problemática está relacionada con fallos en el programa de garantía de calidad en el proceso de fabricación de las piezas de forja. «Tanto AREVA, suministrador de los generadores de vapor, como Westinghouse, suministrador de la tapa de la vasija de la unidad 2 de la central nuclear de Almaraz, concluyen en sus evaluaciones que estas irregularidades no ponen en cuestión la integridad estructural de los componentes mencionados«, afirma.
Confianza en la seguridad nuclear
Por su parte, Greenpeace lamenta en un comunicado que el CSN no detectara las irregularidades antes, lo que hace que “la confianza en los estándares de calidad de los componentes nucleares esté quebrada, al igual que lo está la empresa que falsificó estos controles”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace.
“La seguridad nuclear se mejora cuando los reguladores vigilan antes de que las cosas ocurran, no cuando se limitan a certificar los fallos. Tras este escándalo otro principio básico de la seguridad nuclear está dañado y es la confianza de que las piezas en el circuito primario jamás pueden tener una avería”, ha concluido Montón.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.