La central térmica de As Pontes avanza en su proceso de cierre, sin embargo ha recobrado su actividad y la mantendrá, al menos, hasta el próximo viernes. Desde Endesa aseguran que «la reapertura se debe al contexto energético actual», pero que «los planes de cierre se mantienen inalterables»
Ayer lunes, la central térmica de As Pontes (A Coruña) volvió a funcionar tras meses de inactividad. Trabajará, al menos, hasta el próximo viernes ya que el funcionamiento de la instalación se programa semanalmente.
La reactivación de As Pontes, en proceso de cierre desde finales de 2019, se justifica por el «contexto energético actual» en el que el incremento de los precios de la electricidad y la bajada de las temperaturas provocan un aumento del consumo energético.
As Pontes arranca «de forma excepcional»
Ignacio Sáinz, director de la central térmica de A Coruña, asegura que la reactivación de As Pontes es «excepcional».
«Se debe a las condiciones de mercados singulares que estamos teniendo actualmente y que no cambia el compromiso de Endesa con el cierre de las centrales de carbón«, ha afirmado el directivo en declaraciones recogidas por el diario El Confidencial.
La central térmica ha reactivado uno de sus cuatro generadores. Necesita para ello 140.000 toneladas de carbón: una parte se produce en un parque anexo a la central y otra parte está siendo trasladada estos días por carretera desde el puerto exterior de Ferrol.
Según ha indicado Ignacio Sáinz, solo dos de los cuatro grupos de trabajo de As Pontes pueden funcionar pues son los únicos «capaces de cumplir los límites de emisiones legales actuales».
Arranques excepcionales
Desde que Endesa pusiera el marcha el plan de cierre de la central térmica de As Pontes solo en tres ocasiones ha arrancado de forma excepcional: la primera fue en en enero, cuando el temporal de nieve y frío Filomena disparó el consumo de electricidad en España; la segunda, en julio, por el calor; la de ahora es la tercera.
Según datos de Endesa, la central cuenta con reservas de carbón suficientes para funcionar un máximo de 55 días.
Para estos días, la central ha rescatado a 140 personas: 70 personas de plantilla propia y un volumen similar de trabajadores de empresa auxiliares. «Los contratos de prejubilación o recolocación de la plantilla incluían cláusulas por las que, en caso de necesidad, los trabajadores tendrían que volver a su puesto», explican.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.