La solicitud por parte de Endesa del cierre de la central térmica de As Pontes ha hecho que trabajadores y transportistas alcen la voz solicitando alternativas.
El pasado mes de septiembre, Endesa solicitó el cierre definitivo de la central de As Pontes. Lo hizo con un anuncio en el que adelantaba el cierre de todas sus plantas de carbón en España. La eléctrica habla oficialmente, de «promover la discontinuidad de la producción» de sus térmicas. Esto, en la práctica, supone el comienzo del proceso de cierre.
Este anuncio puso fin a los rumores que se cernían sobre el futuro de la central gallega de As Pontes.
Durante años, de As Pontes salía el 10% de la energía nacional. Es una central concuatro grupos generadores con una potencia total de 1.468,5 MW. Es también el medio de vida para muchos municipios de la comarca del Eurne.
La solicitud formal de cierre por parte de Endesa, tras meses de paralización, aumenta la incertidumbre por la ausencia de una salida laboral definida para las familias tras el varapalo que sufrirá la actividad en la zona. “No hablamos de fechas fijas, pero se prevén unos 18 meses hasta el cierre definitivo y un proceso de desmantelamiento que podría alargarse cuatro años”, ha explicado Luis Varela, el presidente del Comité de Empresa.
Las opciones para As Pontes
Los trabajadores y gobiernos locales apuestan por mantener la planta, pero alimentada con biocombustibles; desde Endesa afirman que esta opción no es viable.
La eléctrica asegura tener diseñada una estrategia denominada Plan Futur-e para “atenuar las consecuencias sobre el empleo, desde un enfoque de Transición Justa”.
Endesa “propone sustituir en Galicia los 1.468 MW térmicos de la central por 1.505 MW renovables en el periodo 2020-2026, con una inversión de unos 1.580 millones de euros y la generación de unos 1.250 empleos directos de media anual en los 6 años de la fase de construcción y 125 en la de operación y mantenimiento”. Lo que no dicen es dónde y esto es lo que no convence a los trabajadores.
Endesa asegura que “dará prioridad a la contratación de personas del entorno para los trabajos de desmantelamiento de las instalaciones, así como para fomentar el desarrollo de la industria local renovable en la construcción de la nueva potencia solar y eólica”.
Desde el inicio del proceso, los trabajadores han mirado con esperanza el aprovechamiento de recursos forestales como la salida laboral al cese del carbón, que supondría, según sus planes, el mantenimiento de muchos puestos de trabajo, -ahora unos 600 de personal propio y auxiliar- y también una salida a los transportistas de la zona –unos 150- cuya actividad también está vinculada a la central.
La apuesta de los empleados es que la actividad económica siga girando alrededor de la central, pero empleando una fuente de energía renovable –biocombustible- para la generación de electricidad.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.
Hola Noelia, podría usar la foto que tomaste en un concurso de universidad? Pregunto para tener permiso y no tener problemas de los derechos de titulación.
Que tenga un buen día