La red de calor de Aranda de Duero comenzó a operar durante 2019, gracias al acuerdo entre Rebi y Michelín. Ahora, ha conseguido dar calefacción y agua caliente sanitaria a más de 3.000 viviendas y edificios públicos. Es la primera experiencia en nuestro país de hibridación entre una red de calor y una central de cogeneración.
Hablamos de ello recientemente. En concreto, cuando hicimos la entrevista al director técnico de Rebi, hablando, entonces, de la ampliación de la red de calor de Soria. En ese caso, también comentábamos la hibridación de la red de calor de Soria con la cogeneración de la fábrica de Losán. Eso sí, añadía José Antonio Hernández, el sistema en Soria es más complejo en su composición, puesto que se trata de un “proceso de cola”.
Las redes de calor con biomasa de Rebi, según indican desde Merca2, son una referencia de modelo urbano sostenible. Además de implicar a la ciudadanía en el compromiso del cuidado medioambiental, suponen un ahorro económico en calefacción y agua caliente sanitaria cercano al 15%.
Además, las comunidades de vecinos no tienen ningún coste, ya que Rebi asume la gestión de la instalación. También ofrece el mantenimiento y garantía de los nuevos elementos instalados en la sala de calderas, dejando cerrado la antigua caldera.
Igualmente, los usuarios se benefician de la oferta de Rebi de contratos a largo plazo. Estos proporcionan estabilidad en los precios, sin las fluctuaciones de precios de mercado.
Red de calor de Aranda de Duero
La red de calor de Aranda de Duero aprovecha el calor residual de la planta industrial de Michelín. Con una inversión superior a los 15 millones de euros, esta red cuenta con un total de 12 megavatios de potencia instalada. Generan unos 40 millones de kilovatios de energía térmica en una central que consume unas 12.000 toneladas de biomasa local al año. Para los edificios conectados supone dejar de emitir 11.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Además, Rebi cuenta con fábricas propias de pellets y astilla en Cabrejas del Pinar (Soria), Mombeltrán (Ávila) y Alcolea del Pinar (Guadalajara). Y también utiliza materia prima procedente de la limpieza de los montes de cada una de las citadas provincias.
Por tanto, la Red de Calor con biomasa valoriza los recursos locales y genera una energía más barata y sostenible en zonas como Burgos. La meteorología hace que la factura térmica sea importante.
Usuarios municipales
Este tipo de energía está registrando un incremento en el número de asociados en Aranda de Duero. Y no sólo para uso particular, sino también municipal.
Así, se ha incorporado, recientemente, la piscina municipal ‘Las Francesas’, gestionada por la empresa Prado Sport. Ya recibe la energía térmica de biomasa procedente de la Red de Calor para calefacción y agua caliente. La inhabilitación de sus calderas de gas ha permitido que pase de las más de 157 toneladas de emisiones de CO2, a las 9 toneladas.
Para lograrlo, se ha instalado una estación de intercambio de placas de 400 KW para hacer el trasvase de la energía, que circula por el circuito a 90 grados centígrados bajo las calles de Aranda de Duero, y, con la recuperación del calor sobrante de Michelin, hasta el circuito de la piscina.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela