Las olas de calor, y las propias temperaturas altas del verano, conllevan importantes incrementos en la demanda de electricidad. Es en estos momentos, explica la patronal Sedigas, cuando los ciclos combinados adquieren protagonismo. Y añaden que las centrales de ciclos combinados garantizan, entonces, la seguridad el suministro de la matriz energética española.
Con información del operador del sistema, REE, entre el 1 de julio y el 19 de julio, los ciclos combinados han generado el 22% de la electricidad del sistema energético español. Específicamente, generaron casi el 30% del martes día 18 de julio. Así, indican desde Sedigas:
“En ambos casos, esta tecnología lideró el ranking de producción entregada al sistema para cubrir la demanda del país”.
El 18 de julio, el operador del sistema tuvo que recurrir a todas las unidades de producción de gas natural disponibles para poder atender la demanda. En particular, a las 10 de la noche, casi el 45% de la demanda fue cubierta por los ciclos combinados.
Papel estratégico de los ciclos combinados
Para Sedigas, por tanto, es importante destacar el papel estratégico que ejerce el gas natural, mediante los ciclos combinados. Evitan posibles colapsos y cortes de suministro de nuestro sistema eléctrico en situaciones de elevada demanda como la actual. Es consecuencia de la alta flexibilidad, rapidez y eficiencia para garantizar el suministro a hogares e industrias.
En la actualidad, la potencia instalada de esta tecnología en nuestro país es de 26 GW. La propia asociación, en su Reunión Anual 2022, indicó que, en 2022, la tecnología superó una producción de más de 68 TWh. Y se consolidó, con un 25% del total, como la primera tecnología de la matriz de generación española.
En esa línea, señalan sobre su importancia:
“Su principal valor estratégico guarda una estrecha relación con la variabilidad e intermitencia de las renovables, que precisa de la existencia de una capacidad de generación de respaldo que ofrezca un suministro continuo, flexible y dé estabilidad al sistema eléctrico, a la vez que nos permita seguir avanzando en la senda de la descarbonización”.
La tecnología y la transición energética
Ya conocemos el borrador del nuevo PNIEC 2023-2030. En relación a la generación eléctrica, mantiene la misma potencia instalada de ciclos combinados de gas (26,6 GW).
Para Sedigas, es una prueba evidente del papel fundamental que esta tecnología seguirá teniendo para garantizar el suministro eléctrico en el horizonte 2030. Los ciclos combinados seguirán siendo imprescindibles para llevar a cabo el proceso de transición ecológica de forma ordenada y segura.
Sin embargo, recuerdan, estas instalaciones cruciales en momentos de gran riesgo para el sistema eléctrico no son viables económicamente. En este sentido, añaden:
“Sedigas reitera la reivindicación del sector para la definición de unos mercados de capacidad que brinden los incentivos necesarios para que estas centrales eléctricas puedan desempeñar el papel fundamental que tienen en la transición energética, al proporcionar una generación de respaldo confiable y continua mientras se integran más fuentes renovables intermitentes y en ausencia de tecnologías de almacenamiento”.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela