En este artículo, Antonio González, Director de Estudios y Apoyo Técnico de Foro Nuclear, pone de manifiesto, coincidiendo con el comienzo de la COP25 en Madrid, la importancia que la energía nuclear tiene en la lucha contra el cambio climático.
Papel de la nuclear en la COP25
Hoy comienza en Madrid la vigesimoquinta reunión de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25) presidida por la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt. Durante las próximas dos semanas, representantes oficiales de 200 países del mundo van a ponerse de acuerdo en las medidas de acción climática que es necesario impulsar ante el creciente convencimiento de la necesidad de actuar con urgencia frente a uno de los más graves problemas que amenazan el futuro de la humanidad: el cambio climático. En este sentido, la energía nuclear –al ser una fuente libre de CO2– tiene un papel clave que jugar.
Ya en septiembre de 2015, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con 17 objetivos que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Destacan el objetivo número 7, “Energía asequible y no contaminante”, y el objetivo número 13, “Acción por el clima”.
Para fortalecer la respuesta global a la amenaza del cambio climático, el Acuerdo de París de la COP21, que entró en vigor en noviembre de 2016, establece el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a finales del presente siglo a menos de 2 ºC, con respecto a los niveles preindustriales, para lo cual es necesario reducir de manera significativa las emisiones de gases de efecto invernadero.
Cada año, el parque nuclear en funcionamiento en el mundo evita la emisión de cerca de 2.000 millones de toneladas de CO2. Los estudios del OIEA reflejan que, sin la contribución nuclear, las emisiones mundiales anuales derivadas del uso de la energía aumentarían en un 6%.
Alerta del IPCC
Sin embargo, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) alerta en su informe especial SR1.5 Global warming of 1.5 ºC, de octubre de 2018, que es necesario limitar ese incremento a 1,5 ºC, ya que todo calentamiento, por pequeño que sea, importa. Señala que existen grandes diferencias climáticas entre un mundo con un aumento de temperatura de 1,5 ºC y uno con un aumento de 2 ºC. Estas diferencias no solamente van a tener importantes consecuencias sobre la población humana (éxodos masivos, cambios en la demografía, acentuación de la pobreza en determinadas zonas del planeta, escasez y calidad del agua dulce, etc.), sino también sobre la biodiversidad.
De esta forma, diferentes organismos internacionales advierten de la importancia de la energía nuclear como parte del mix de suministro eléctrico con bajo contenido en carbono para conseguir niveles de estabilización de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
La Comisión Europea, en su estrategia A Clean Planet for All, de noviembre de 2018, indica que la energía nuclear ha de representar el 15% del abastecimiento energético europeo en 2050 si se quiere lograr un balance cero neto de emisiones.
El propio IPCC, en su informe especial SR1.5 y en su último informe de evaluación Assesment Report 5, señala que la energía nuclear ―tecnología que en su operación no produce emisiones de CO2 y que en su ciclo completo de vida tiene unas emisiones medias de 12 g CO2/kWh, similares a las de la energía eólica e inferiores a las de otras tecnologías renovables― juega un importante papel en la mayor parte de las sendas que limitan el calentamiento global a 1,5 ºC.
¿Qué cantidad de emisiones evita la nuclear?
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en su informe Climate Change and Nuclear Power 2018, subraya que la energía nuclear ha evitado la emisión de más de 68.000 millones de toneladas de CO2 desde 1970
, el equivalente a cinco años de emisiones del sector eléctrico mundial. Cada año, el parque nuclear en funcionamiento en el mundo evita la emisión de cerca de 2.000 millones de toneladas de CO2. Los estudios del OIEA reflejan que, sin la contribución nuclear, las emisiones mundiales anuales derivadas del uso de la energía aumentarían en un 6%. La energía nuclear es, actualmente, la segunda fuente de generación de electricidad baja en carbono en el mundo ―con el 10% del total generado―, tras la energía hidráulica, con el 16%.
Tecnología esencial contra el cambio climático
Como señalaba al principio, la humanidad se enfrenta a uno de sus mayores retos globales en las próximas décadas, al cual nos sumamos desde Foro Nuclear como representantes de una tecnología esencial en la lucha contra el cambio climático, ya que es capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad sin generar gases de efecto invernadero; lo cual ayudará también a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Tal como dice el lema de esta COP25, es Tiempo de Actuar.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.
Perfecto el artículo de Antonio Gonzalez. Es tan obvio que resulta incomprensible la actitud «occidental» y NO se cumplirán los objetivos del borrador de PNIEC ni los acuerdos de Paris. O habrá que construir nucleo-electricas como en China y Rusia, donde desde hace 20 años son tan seguras como las «occidentales».