Aluminio vs acero, ¿cuál es más sostenible?
El informe de Jansen revela que, en comparación con el aluminio, las soluciones en acero resultan entre un 10 y un 25% más eficientes a la hora de ofrecer aislamiento térmico, tanto frio en invierno como calor en verano, lo que puede suponer un ahorro entre el 5 y el 15% en aire acondicionado y calefacción.
En cuanto a su vida útil, las carpinterías de alta gama de aluminio tienen certificados 50 años, y el acero, como mínimo, 75.
Además, las soluciones de carpintería de acero son mejores para trabajar en grandes formatos. La razón: el acero permite la construcción a siete metros o más de altura, mientras que el aluminio, por encima de cuatro metros sufren problemas, por lo que tienen que recurrir a refuerzos de acero.
«Pero es que, más allá de todas estas ventajas, descubrimos que, para el acero consume menos agua y energía que el aluminio», afirman los autores del informe. Concretamente: un 20-25% menos de agua y entre 5 y 6 veces menos de energía.
«Si para construir un edificio se necesitan 100 toneladas de aluminio, la fabricación necesitará una cantidad de agua equivalente al consumo anual de una ciudad de más de 200.000 habitantes y una cantidad de electricidad equivalente al consumo anual de una ciudad de más de 600.000″, apuntan. Además, el agua utilizada para la producción de aluminio proviene de ríos, mares y océanos y todas sus fábricas necesitan estar ubicadas junto a una de estas fuentes de agua. «Estas factorías liberan el agua utilizada en la producción a más de 70°C, lo que destruye fauna y flora en un amplio perímetro alrededor del vertido».
Precio final
Donde el aluminio sí gana al acero es en el precio final
. Un aluminio de alta calidad puede costar un 20% menos, llegando hasta el 70% si el aluminio es de calidad media o incluso más si es de calidad baja.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.