El gobierno alemán ha aprobado un plan nacional de desarrollo de la movilidad eléctrica con un presupuesto de 1.200 millones de euros para ayudas de hasta 4.000 euros para la compra de un vehículos eléctricos y ayudas a la redes de recarga y a la investigación.
Alcanzar la meta de un millón de vehículos eléctricos en 2020, un objetivo reiterado por el gobierno alemán desde 2010, necesitaba de un empujón económico que, finalmente ha sido aprobado y entrará en vigor el mes que viene.
[pullquote]1.200 millones para la compra, 300 millones para la recarga y ayudas a la investigación hasta 2020[/pullquote]
El bono alemán, propuesto por los Ministerios de Medio Ambiente, Economía y Transporte, ha tenido su mayor opositor en el Ministerio de Hacienda y ha sido consultado y negociado con los fabricantes que finalmente se hacen cargo de la mitad del presupuesto del plan ya que aportarán 600 millones de euros de los 1.200 millones totales.
El programa cuenta con una subvención de 4.000 euros para la compra de un eléctrico de baterías y de 3.000 euros para la compra de un híbrido enchufable. La ayuda se asigna por orden de llegada de las solicitudes hasta la finalización de los fondos disponibles, es decir, no hay limitación presupuestaria anual hasta 2020, fecha límite del plan. La ayuda se otorgará a los coches cuyo precio no supere los 60.000 euros. Además se destinarán 100 millones de euros a la creación de beneficios fiscales.
Pero el plan no se limita a ayudas para la compra sino que es parte de un plan nacional para desarrollar el uso del coche eléctrico. Entre sus objetivos está la instalación por todo el territorio nacional de 15.000 puntos de recarga para lo que se ha aprobado un presupuesto de 300 millones de euros entre 2017 y 2020. De ellos 200 millones se dedicarán a estaciones de recarga rápida y 100 millones a la recarga normal. También se incluyen subvenciones para programas de investigación y desarrollo de baterías y la imposición de cuotas para la incorporación de vehículos eléctricos a las flotas de las administraciones con el objetivo de alcanzar el 25%.
Lo comparamos con el plan MOVEA español
Alemania llega tarde al establecimiento de un plan de ayudas, pero llega con ímpetu. Poca comparación soporta el vetusto plan MOVEA español (anteriormente conocido como MOVELE) contra el nuevo programa alemán.
En cuantías, el último plan MOVEA contaba con 13,3 millones de euros, compartimentados en categorías, incluyendo ayuda a la compra y punto de recarga, contra los 1.200 millones del alemán al que hay que sumar 300 millones para la recarga, 100 millones para ayudas fiscales y una cantidad no definida para ayudas a la investigación. Todo ello de forma continua hasta 2020, una diferencia esencial con los continuos planes españoles, con periodicidad anual y plazo de aplicación de apenas unos meses, que lograban arrancadas de caballo y paradas de burro (en realidad en seco). Si bien es cierto que las ayudas en España son superiores en cuantía, 5.500, 3.700 y 2.700, más 1.000 euros para el punto de recarga, estas ayudas han de ser incluidas en la declaración de hacienda con lo que, en función de cada comprador, en realidad se ven disminuidas.
Mientras se llamaron MOVELE los planes españoles se aprobaban bien entrado el año presupuestario (tres, cuatro y hasta cinco meses). El último, el MOVEA, que sí entró en vigor en enero, no pudo hacerse realidad hasta tres meses después por las trabas administrativas en la selección de la empresa colaboradora y la aplicación informática en la que se realizaban las reservas.
La necesidad de las ayudas
[pullquote]Un mercado frenado por los precios[/pullquote]
El mercado automovilístico alemán, uno de los más potentes del mundo, no reflejaba la realidad del auge de la movilidad eléctrica algo que, por otro lado, si parecen estar viendo las marcas autóctonas. En 2015 tan solo se vendieron en el país teutón 24.000 coches enchufables de los que prácticamente la mitad eran eléctricos cien por cien. Unas cifras muy alejadas de las previsiones que esperaban alcanzar los 200.000.
Un estudio publicado a principios de 2016 indicaba que un 69% de los automovilistas alemanes se decantarían por un coche eléctrico y que el freno principal para no hacerlo, en un 47% de los casos, era que su precio no era equivalente al de un térmico de similares características. La falta de apoyo financiero desanimó a muchos compradores potenciales echando por tierra las inversiones en movilidad eléctrica de los fabricantes alemanes.
La falta de ayudas a la compra parecía por tanto la causa de esta lentitud en la evolución del mercado eléctrico. Algo que se ve reflejado al observar los mercados de otros países europeos. Francia con ayudas de hasta 10.000 euros llega a las 26.583 matriculaciones. Noruega, con la exención del IVA, los beneficios diarios para circular con un eléctrico o la red de estaciones de recarga, ha alcanzado una cuota de mercado del 3% de la flota total de vehículos (79.000 sobre los 2,64 millones de vehículos totales), una cifra que, en Alemania, es del 0,12%.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.