Nord Stream 2
, en el Mar Báltico, es un gasoducto diseñado para duplicar el flujo de gas ruso directo a Alemania
Alemania ha decidido paralizar el proyecto Nord Stream 2 después de que Rusia haya reconocido formalmente dos regiones separatistas en el este de Ucrania.
Su construcción, que ha supuesto una inversión de 11 millones de dólares, finalizó en septiembre. A pesar de ello, el gasoducto no ha empezado a operar ya que requiere la certificación de Alemania y la Unión Europea (UE).
Nord Stream 2, el gasoducto que une Alemania y Rusia
El gasoducto del Mar Báltico se ha construido con una herramienta para tratar de frenar la escalada de precios de la energía que soportan desde hace meses los consumidores europeos.
El encarecimiento del precio del gas está alcanzando máximos no vistos hasta ahora. El pasado martes, sin ir más lejos, el precio de referencia del gas en Europa se incrementó un 9,85% hasta los 78,95 euros/MWh.
Es por eso que la decisión del Gobierno alemán de paralizar la puesta en marcha de Nord Stream 2 ha sido acogida con preocupación por parte del sector energético europeo.
Opiniones encontradas
Tal y como recoge la agencia Reuters, la decisión alemana ha suscitado reacciones a favor y en contra.
Desde el Kremlin esperan que todo vuelva a normalidad en pocos días y aseguran que Putin no tiene ninguna intención de cortar el suministro de gas a Europa.
El ministro de Ucrania, Dmytro Kuleba, por su parte ha hecho público su apoyo a través de Twitter: «Este es un paso moral, política y prácticamente correcto en las circunstancias actuales», ha afirmado.
Y añade Kuleba: «El verdadero liderazgo significa decisiones difíciles en tiempos difíciles; la decisión de Alemania demuestra precisamente eso».
Desde Alemania lanzan un mensaje de tranquilidad asegurando que el suministro de gas del país no depende del nuevo gasoducto, pero reconocen que el hecho de que Nord Stream 2 no empiece a funcionar puede acarrear un incremento de precios.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.
Europa sigue al albur de los paises que le suministran energía, por no saber o no querer utilizar las energías renovables de las que sí dispone en abundancia, como la solar y sobre todo la eólica offshore en hibridación con la undimotriz, que permitirían abastecer las necesidades del continente e incluso el almacenaje de excedentes o la posible exportación. Pero en lugar de invertir cantidades de dinero en la explotación de la riqueza que posee, invierte cantidades mayores en el pago de las energías que importa, que además de depender de los caprichos de quienes se las venden, son contaminantes y perjudican el medio ambiente.