El gobierno de España aprobó recientemente el RD 2/2013, una nueva medida que vuelve a afectar a las energías renovables. Mientras, en Suecia, sucede todo lo contrario.
La Asociación de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM) anima al Gobierno español a tomar como modelo el método sueco de creación de empleo y riqueza basado en el desarrollo de las energías renovables, como la bioenergía.
Javier Díaz, presidente de AVEBIOM, asegura que el RD 2/2013 constituye “la puntilla para cientos de proyectos que están o deberían de estar operando en breve”. Según Díaz, este nuevo paso “induce a pensar en intereses ocultos, o no tanto, que animan a nuestros dirigentes políticos a tomar estas medidas tan dañinas para un sector que debería de ser estratégico, como lo es en Suecia, Alemania o en EE.UU, países que han visto en la soberanía energética una palanca para movilizar recursos, crear empleo y, sobre todo, gozar de mayor autonomía energética”.
A las dificultades de acceso a financiación para los proyectos de EERR durante 2012, se añaden ahora los problemas para los que en su día la lograron. Los cambios introducidos en el RD 2/2013 (las primas no se revisarán con el IPC anual, y los productores deberán elegir entre tarifa regulada y mercado, sin opción a cambiar) conducirán a un aumento de petición de garantías y de aportación de fondos propios por parte de las entidades financieras, poniendo en serias dificultades a empresas que ya están operando o se encuentran finalizando la construcción de plantas de generación eléctrica.
Javier Díaz concluye que “el Gobierno sume al sector eléctrico en la incertidumbre regulatoria, permitiendo que en este río revuelto pesquen los de siempre, o sea, las grandes eléctricas que mantienen su dominio absoluto del sector, aumentando sus beneficios y haciendo y deshaciendo a su antojo”.
El principio esencial del desarrollo duradero radica en que los miembros de una comunidad o país deben actuar utilizando los recursos de forma eficiente, inteligente, conservando el medio. Hoy, la mayoría de los suecos ven en la sostenibilidad una forma de vida.
La Agencia Internacional de la Energía felicita a Suecia por sus políticas energéticas, con las que está logrando una economía baja en carbono de forma rentable y beneficiosa para el consumidor. Las acciones en materia energética del país nórdico se apoyan en la innovación tecnológica y han conseguido que la reducción de emisiones sea rentable y resultan beneficiosas para el consumidor. La sueca es una de las economías con menores emisiones de carbono de los países de la OCDE. Entre sus ambiciosos objetivos en materia energética figuran el de lograr que su parque automovilístico sea independiente de los combustibles fósiles en 2030 y conseguir un balance neto “cero” de emisiones de gases de efecto invernadero en 2050. Suecia deberá identificar ahora de qué manera y con qué tecnologías conseguirlo al menor coste y con el menor riesgo para su seguridad energética.
Gracias a la rigurosa aplicación de la tasa del CO2 en los sectores excluidos del mercado de carbono de la UE, la generación eléctrica sueca apenas emite carbono y los combustibles fósiles suponen una aportación muy baja al mix energético nacional. Su sistema de certificados verdes de electricidad, ahora común con Noruega, ha logrado incrementar de forma sostenida la generación renovable sin aumentar el coste para el consumidor. A día de hoy, El país afronta todavía varios retos, a pesar del éxito de sus políticas: su consumo eléctrico per cápita es elevado sigue en aumento y ha decidido reemplazar sus reactores nucleares al concluir su periodo de vida útil. La mayor parte de sus emisiones de CO2 provienen del sector transporte (petróleo) y de la industria (carbón).
El informe de la AIE recomienda a Suecia, entre otras medidas, que sus mercados y políticos trabajen en una visión común sobre el mix energético y la innovación tecnológica del futuro; que invierta en eficiencia energética en todos los sectores económicos, incluyendo el autoconsumo, redes eficientes, edificios pasivos, industria y calefacción; que lidere acciones regionales, como el mercado minorista Nórdico, muy beneficiosas para desarrollar infraestructuras renovables comunes a varios países.
La bioenegía es la energía más utilizada en Suecia, con 136 TWh (terawatios hora), lo que supone un 31,6 % del mix energético. Después se sitúa el petróleo, con 113,9 TWh y una cuota del 30%. Los valientes políticos de Suecia se enfrentaron a los lobbys de las energías fósiles en la década de los noventa. Desde 1991, las emisiones de CO2 se han reducido en un 9%, mientras que el PIB se ha incrementado en un 50%. Actualmente Suecia tiene una tasa de paro del 8,1% y una dependencia energética del 37%.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.