En el artículo del Club de Expertos de esta semana de EnergyNews, el abogado experto en Energías Renovables, Piet Holtrop, retoma su anterior artículo «Ahora hablan los expertos» para exponer sus ideas acerca de los planes para la crisis climática, la entrada al mundo de las renovables de «gente ajena al sector» y las soluciones a la saturación del pool por la sobreoferta de fotovoltaica, entre otras cosas.
En mi anterior artículo hablé de expertos, y también hablé como experto, y finalicé con Michael Moore como experto sobre todo en la provocación.
Me parece muy importante la provocación, es un stressor que nos obliga a reflexionar y mejorar las cosas, así sin necesariamente estar de acuerdo con el mensaje del provocador, puedo agradecerle su provocación en sí, porque me mejora.
Esta mañana estaba leyendo un par de páginas de Antifragile, de Nassim Nicholas Taleb, uno de mis escritores favoritos. Él dice sobre expertos que a menudo tienen mucha solvencia en su dominio de expertise, pero no logran traducir los mismos conceptos en otros dominios, donde no se consideran expertos. Taleb lo compara con no saber decir las cosas en otro idioma. Él parece animarnos a trasladar más a menudo conceptos del dominio de nuestro expertise a otros dominios de nuestra vida.
Se comenta que hay ya 13 veces más capacidad solicitada para acceso y conexión de proyectos que el umbral estipulado en el PNIEC. Hay quién dice que es demasiado, no conforme con los planes, y otros que seguramente detrás habrá gente ajena del sector, con intenciones dudosas.
Pues comparto estas observaciones, pero interpreto diferente estos hechos. En mi webcast me serví de la sabiduría de Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía, cuando apunta que generalmente los economistas tradicionales solían simplificar la realidad si no se comportaba según sus teorías, solucionando así las carencias de las mismas. Es decir, en realidad lo que era carente era su perspectiva, no su teoría. Con los conocimientos de hoy, esto nos puede parecer algo limitado, pero en su día era una práctica considerada muy científica, de abstracción. Pasa algo parecido con los planes, si la realidad no se comporta según los mismos, a menudo nuestro primer impulso es forzar la realidad como la percibimos.
Ajustar los planes a la realidad climática
A mi entender el asunto real aquí es la crisis climática, y deberíamos ajustar los planes a la realidad de esta crisis, y alegrarnos de que la realidad del impulso económico en el desarrollo va más en sintonía con lo que requiere la crisis climática que los planes. No lo digo con ningún afán de culpar a nadie, simplemente ha quedado patente en los últimos tiempos que las ambiciones de la COP21 de Paris, de sólo permitir 1,5 grados de calentamiento, y como mucho 2 grados, muy probablemente no sean suficientes.
De todos modos, tampoco es el plan ahora conseguir un calentamiento de 1,5 grados como mínimo, sería mucho mejor conseguir cero calentamiento, incluso enfriarnos un poquito tampoco sería malo para el planeta. Esto lo expliqué en el webcast como el fenómeno del anclaje, también muy bien documentado por Kahneman. Si sales de casa, y conduces por el pueblo, alcanzar una velocidad de 50 km/h, partiendo de 0 km/h, ya parece una velocidad considerable, en cambio, si vuelves al pueblo ralentizando desde 120 km/h hasta bajar a 50km/h es un esfuerzo, porque de repente 50kmh ya no parece la misma velocidad de cuando empezabas de cero. Todo depende de tu perspectiva.
«Si vamos a democratizar la energía es inevitable la entrada de muchos más agentes»
Otra cuestión es si, más allá de los planes y de las referencias, los que postulan frenar el impulso de los renovables temen otra cosa. La perspectiva del temor siempre nos permite entender los calificativos que se ponen sobre los demás actores y fenómenos del mercado. Se suele utilizar lenguaje escandalizado, a menudo despectivo en las intenciones de los demás agentes en la economía, siendo la más amable probablemente “gente ajena del sector”. Las demás calificaciones sobre la magnitud del impulso del sector, y sobre las intenciones de los demás agentes no las voy a reproducir aquí, porque tampoco vienen al caso en una economía de oferta y demanda en un Estado de Derecho con libertad de propiedad y empresa. Si vamos a democratizar la energía es inevitable la entrada de muchos más agentes. En general los economistas no cuestionan los motivos de las personas para actuar, y me parece bien así. La motivaciones de cada uno son un asunto de libertad individual, y el mercado tiene que organizarse de una forma racional. Por ello veo bien limitar la posibilidad de vender algo que todavía no posees, aunque en los mercados de los derivados es muy habitual vender una opción put. Con una obligación de desarrollar un proyecto en un determinado marco temporal cuando uno solicita derecho de acceso y conexión creo que este mercado queda suficientemente racionalizado. Si sin ello el mercado no evolucionaba de forma favorable se debería a la organización del mismo, no a las intenciones o procedencia de sus participantes. No lo olvidemos.
Posible saturación del pool por la oferta fotovoltaica
El temor entonces, está claro que el principal temor es una curva que tiene nombre de animal amable, la curva del pato. En términos más dramáticos el fenómeno que representa se llama canibalización. Si en un determinado biotopo hay demasiados ejemplares de una especie, primero se privan de comida unos a otros, comiendo todos menos, y al final unos se comen a otros. Se dice que la fotovoltaica está en riesgo de este proceso: primero bajarán los precios del pool porque en la franja horaria en la que produce habrá sobre oferta, y luego los fuertes comerán a los débiles, causando una ola de consolidación.
Esta amenaza se puede corregir de múltiples maneras, y por supuesto entre ellas reformando el mismo sistema de formación de precios del pool. Sin duda esta reforma es inevitable, porque el sistema actual está fundamentado en unos parámetros que desparecerán del sistema, los costes marginales de las tecnologías fósiles.
En paralelo, y ahora mismo, hay soluciones más inmediatas y directas para evitar una sobresaturación del pool con oferta fotovoltaica, y están dadas en las directivas de la Unión Europea de mercado interno de electricidad y de energías renovables, las (UE) 2019/994 y (UE) 2018/2001. Podemos entablar cooperaciones internacionales con los socios de España en la Unión Europea, haciendo transferencia contable de cuota de penetración de energías renovables, a cambio de los presupuestos de estos socios, está claro. Es oferta y demanda: posiblemente aquí en España podamos conseguir los objetivos antes y a menor precio que en otros lugares de la Unión. Puede salir bien a ambos socios, un win – win, digamos. Luego podemos utilizar esta transferencia contable con un mayor presupuesto en nuestro lado de la ecuación para organizar subastas para potencia gestionable, añadiendo masivamente almacenamiento al sistema eléctrico, permitiendo pasar una buena parte de la oferta FV a otros periodos horarios del Pool, todavía sin reformar el mercado. Los objetivos de la Unión son ahora globales, y por mucho que pueda criticarse esto, en este contexto a España le puede salir muy conveniente. De esta forma daríamos una señal de tranquilidad y de solvencia técnica al sector, y de paso, con 13 veces nuestro PNIEC, podríamos ayudar a muchos vecinos con sus objetivos.
Estas 13 veces PNIEC todavía tampoco es tan alarmante a efectos de utilización de suelo, sería posible que estuviéramos entre un 2-3% de ocupación del territorio, también teniendo en cuenta que en muchas zonas de España se irán haciendo proyectos con mucha más potencia instalada por cada metro cuadrado de proyecto, como pasa en otras zonas de la Unión Europea pobladas más densamente, con precios de suelo también más elevados.
En la solución anterior he hablado de exportación contable, pero las directivas también hablan de la exportación física, con una ambición de 15% de interconexión en la Unión Europea. Entiendo que este 15% es una media de la Unión, y si España necesitase más para poder exportar más renovable, porque la transferencia contable obviamente tiene sus limitaciones, habrá que insistir en ello.
Papel del hidrógeno verde
Por último no hay que olvidar el papel que tendrá el hidrógeno verde en esta curva pato, la podemos situar entre la transferencia contable y la transferencia mediante interconexión. La transferencia contable con los incentivos a nuestro lado de la ecuación se destinaría en mi perspectiva a almacenamiento, tanto a químico, en forma de baterías, como en forma de hidrógeno. El hidrógeno se utilizaría por supuesto en España, pero también podría exportarse a otros socios de la Unión Europea, como por ejemplo Alemania, Holanda y Francia, de forma competitiva en costes. Con un diseño adecuado del sistema de apoyo habríamos introducido un suelo natural en el mercado mayorista de electricidad, financiado por nuestros vecinos a cambio de algo que ellos necesitan.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.