Con informes como el IPCC confirmando que el cambio climático hará más frecuentes y duras las sequías, los regantes piden el uso de alternativas sostenibles como aguas regeneradas y desaladas
La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) considera que el uso de aguas regeneradas y desaladas no debe ser sólo un complemento a los recursos ordinarios superficiales o subterráneos para garantizar la alimentación en el futuro, tal y como ha afirmado su presidente, Andrés del Campo, ante la entrada en vigor del Plan Nacional de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización (Plan DSEAR).
En este sentido, Fenacore sostiene que cubrir las necesidades crecientes de alimentos requiere un incremento del agua disponible para riego. Y frente a la escasez, que se agrava en periodos de sequía, resulta imprescindible buscar recursos alternativos y complementarios a los convencionales. Máxime teniendo en cuenta que la población se incrementará en más de 2.000 millones de habitantes en los próximos 30 años, que hoy en día más de 800 millones de personas en el mundo sufren desnutrición y que la presión sobre los recursos naturales es creciente.
En este marco, los regantes indican que la depuración de las aguas residuales y su posterior reutilización ofrece una garantía de suministro muy superior a la de las fuentes convencionales, y apuntan que esta reutilización debe cumplir unos requisitos relacionados con la calidad, los costes, las cotas y las concesiones.
Prueba de la defensa que hace Fenacore de la reutilización de aguas para riego agrícola, su participación en proyectos comunitarios como Suwanu Europe, que durante dos años y medio ha tratado de generar conocimiento a este respecto.
No obstante, los regantes piensan que la normativa europea sobre la reutilización de aguas puede complicar la exportación de productos agroalimentarios por sus excesivas exigencias.
En este contexto, la Federación no entiende que siendo España el país de Europa con el mayor volumen de agua reutilizada y cuando el reglamento español lleva funcionando más de 12 años no se respeta esta experiencia positiva de España en el reglamento europeo.
En cualquier caso, los regantes defienden el principio de “quien contamina paga” para que el coste del tratamiento recaiga sobre el usuario que genera el agua residual, normalmente las poblaciones, que deben devolverla a los cauces en condiciones de calidad adecuadas.
Asimismo Fenacore piensa que la cuestión a determinar con la máxima transparencia es quién es el beneficiario de la reutilización de aguas en cada caso, que no tiene que coincidir obligatoriamente con el usuario directo de las aguas regeneradas, porque muchas veces se benefician los nuevos usuarios que pueden incorporarse al sistema al liberarse recursos con la reutilización.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.