The Global Electricity Review
publica un informe en el que muestra que la electricidad generada con combustibles fósiles sigue siendo dominante a nivel mundial: generaron el 61% de la electricidad mundial en 2020, frente al 66% en 2015 cuando se firmó el Acuerdo de París. África es una de las regiones con mayores índices de dependencia
A pesar de que el el uso de energías renovables como fuente generadora de electricidad crece de manera imparable, en 2020 más de la mitad de los kW procedieron de combustibles fósiles. El carbón fue la fuente más importante, responsable del 34% de la electricidad mundial en 2020.
La dependencia es desigual y África es unas de las regiones más afectadas. También allí se aprecian diferencias.
El informe The Global Electricity Review encuentra niveles superiores a la media de combustibles fósiles en Nigeria (81%) y Sudáfrica (89%) en 2020, también en Egipto (90%), Argelia (99%) y Marruecos (79%) en 2019.
Sudáfrica es el país de África con mayor dependencia del carbón
Sudáfrica destaca, con mucho, la mayor proporción de carbón (86%) en África, más del doble del promedio mundial.
Sin embargo, la participación de los combustibles fósiles en la electricidad varía enormemente en África, ya que muchos países tienen una participación mucho más alta de electricidad limpia que el promedio mundial en 2020 (39%). Etiopía, Kenia, Angola y Zambia generaron más del 80% de su electricidad a partir de fuentes limpias en 2019. Kenia recientemente prometió electricidad 100% renovable para 2030, mostrando su compromiso con un futuro de energía limpia.
África tiene mucho potencial renovable, pero los Gobiernos siguen aferrados al uso del carbón
En África, la producción de electricidad sigue aumentando cada año.
De 2014 a 2019, las energías renovables cubrieron un tercio del crecimiento de la producción de África, y el gas representó los dos tercios restantes. El crecimiento de las energías renovables en África se ha acelerado desde 2015, pero aún no ha sido lo suficientemente rápido para satisfacer toda la creciente demanda.
Muchas de las principales economías de África aún tienen que aprovechar el potencial de la energía eólica y solar, que ahora se encuentra entre las formas más baratas de nueva electricidad. En 2019, Nigeria y Argelia generaron menos del 1% de su electricidad a partir de energía eólica y solar. Egipto aumentó del 3% en 2019 después de un crecimiento reciente en el sector. Sudáfrica triplicó su capacidad de generación solar entre 2015 y 2020, al 6%. Esto significa que todavía está por debajo de la media mundial del 9,4%.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.