La Asociación de Empresarios de Instalaciones Térmicas del Principado de Asturias (Afoncasa) ha lanzado un análisis sobre el fin de las calderas de combustión y la llegada de las de hidrógeno. Concluyen que la medida afectará a los sistemas de calefacción y agua caliente de todo el parque de viviendas. Y tanto a las de nueva construcción como a las habitadas.
Hablábamos hace un mes de la medida aprobada por el Parlamento Europeo para acabar con las calderas de combustibles fósiles. Concretamente, decíamos:
“El Parlamento Europeo ha dado el visto bueno a los cambios propuestos por la Comisión Europea. Son importantes modificaciones de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios. Los mismos apuntan al fin de las calderas de gas y la posible sustitución por las de hidrógeno”.
También nos cuestionábamos nosotros si la sustitución de las calderas por las de hidrógeno era una apuesta segura. Decíamos:
«Los edificios representan el 40 % del consumo final de energía de la Unión y el 36 % de sus emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía, mientras que el 75% de los edificios de la Unión siguen siendo ineficientes desde el punto de vista energético. El gas natural desempeña el papel más importante en la calefacción de edificios, representando alrededor del 42% de la energía utilizada para la calefacción de espacios en el sector residencial. ¿Será el hidrógeno verde su sustituto ideal?».
La eliminación será de forma gradual y con 2035 como la fecha tope.
Pero la Unión Europea no sólo elimina los sistemas. También suprimirá las ayudas económicas que van destinadas a la instalación de esos equipos desde enero del próximo año.
En este contexto, el presidente de Afoncasa, Luis Nevares, ha señalado:
“Esta medida afectará a las calderas de gasoil y gas natural en edificios de nueva construcción, pero también a los usuarios que ya disponen de estos sistemas en su edificio o vivienda. Edificios existentes con certificados energéticos de letra F y G deberán alcanzar la letra E antes de 2030”.
Y, además:
“No estamos en contra de las medidas que favorezcan la sostenibilidad, la eficiencia energética y el medio ambiente”, pero “entendemos que se debe atender a todos los agentes afectados, para escuchar sus propuestas ya que estos cambios supondrán un gran desembolso económico. La descarbonización se debe realizar de una forma ordenada”.
Preocupación de Anfocasa
Anfocasa ve con preocupación esta medida. Señalan que habrá familias con pocos recursos que no podrán hacer frente al cambio de equipos.
En consecuencia, la asociación propone que no desaparezcan las ayudas económicas. Además, señala que es clave el asesoramiento de los profesionales de instalaciones térmicas para determinar el sistema que más conviene según el tipo de vivienda.
Luis Nevares, presidente Afoncasa y también la Confederación Nacional de Instaladores (CNI), asegura la inquietud que provocan estás medidas. Y por dos razones:
- Impactarán de forma directa en el consumidor final. Es consecuencia de los grandes desembolsos económicos que deberá realizar y sin contar con subvención alguna;
- Además sus instaladores se enfrentarán a la inviabilidad técnica de desarrollo de los proyectos.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela