En el proceso tecnológico para conseguir que, tanto la temperatura como las condiciones ambientales de nuestros hogares y espacios de trabajo y de ocio sean lo más cómodas posibles, la aerotermia se ha postulado como una de las mejores opciones. Este método permite asegurar la climatización, calefacción o el aire acondicionado de cualquier espacio permitiendo además conseguir un importante ahorro económico. Vamos a ver más detalles de esta tecnología con información cedida por EIG.
El funcionamiento de la aerotermia
La aerotermia se considera una energía renovable, ya que su funcionamiento consiste en la captura de energía de una fuente natural como es el aire, utilizando solo una pequeña cantidad de electricidad. Esto convierte a la aerotermia en un sistema de climatización mucho más económico y sostenible que las calderas convencionales.
La aerotermia es una tecnología que se basa en la extracción de la energía solar contenida en el aire de la atmósfera en forma de calor mediante un sistema de bombas. Este sistema es capaz de extraer hasta un 75% de dicha energía y utilizarla en el interior a través de una unidad exterior.
Con esta tecnología, se calentará el agua empleada tanto para el agua caliente sanitaria como para la calefacción y aire acondicionado. En total, este sistema permite reducir el uso de la electricidad de los citados equipos hasta en un 75%; lo que permite amortizar la instalación en entre 5 y 12 años.
Aunque bien es cierto que la aerotermia no está demasiado extendida en entornos industriales, sí que se trata de una tecnología que se ha utilizado desde hace tiempo en la climatización de grandes superficies y espacios como edificios y naves, por lo que su adaptación al ámbito industrial ha de ser tan sencilla como rápida.
Y es que esta climatización llevada a cabo gracias las grandes enfriadoras, a través la circulación de agua fría o caliente hacia acumuladores y fancoils, ha sido la precursora del término aerotermia que se ha dado a conocer y extendido para las aplicaciones residenciales, y que presenta un gran futuro para el ámbito industrial.
Ventajas de los sistemas de calefacción, climatización y refrigeración de aerotermia
En primer lugar, la tecnología de aerotermia ofrece una mayor sostenibilidad. Al estar considerada renovable, su uso en empresas contribuye sus cumplir los objetivos de reducción de emisiones contaminantes y acceder a certificaciones en este aspecto que mejore la imagen de su marca de cara al público y potenciales clientes. En los hogares permite mejorar la calificación energética de la vivienda, algo que cada vez se valora más en el mercado inmobiliario, dado que permite ciertas reducciones fiscales.
Por otro lado, la aerotermia también aporta beneficios relacionados con la emisión de gases contaminantes. Estas tecnologías permiten evitan hasta un 80% de las emisiones de CO2 en comparación con los sistemas que requieren el uso de combustibles fósiles.
Otra de sus ventajas es su fácil instalación. En comparación con las calderas tradicionales, la aerotermia requiere mucho menos espacio para su instalación, lo que hace que se adapte con gran facilidad a cualesquiera que sean las condiciones preexistentes del inmueble.
Además, la aerotermia también es una gran opción en términos de comodidad, ya que su sencillo mantenimiento, menor necesidad de espacio y la ausencia total de humos y residuos por su utilización hace que sea el sistema de climatización, refrigeración y calefacción más cómodo del mercado. Además, por su idiosincrasia propia genera una temperatura homogénea en toda la edificación a lo largo del día gracias a cargas parciales que no provocan bruscos cambios de temperatura; permitiendo además un control total sobre la temperatura desde el panel de control que mantiene un reparto uniforme del calor.
Por último, el ahorro económico es determinante. Se eficiencia energética puede llegar a ser hasta un 510 % superior a la de las calderas tradicionales. Esto supone una generación extra de 4 a 5 kw/h de energía limpia por cada 5 kw/h usados a partir del sistema eléctrico. En total, el ahorro económico puede situarse en torno al 75 % de los costes por servicios eléctricos; lo que se traduce en un rápido retorno de la inversión.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.