Para aumentar la eficiencia energética de instalaciones frigoríficas es fundamental realizar un estudio cuidadoso de cada instalación en concreto, teniendo en cuenta el uso al que está destinada y factores como la temperatura ambiente para encontrar la tecnología más eficiente en cada circunstancia, afirma AEFYT, la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías, que acaba de presentar la edición corregida de su “Guía para la Mejora de la Eficiencia Energética de las Instalaciones Frigoríficas”.
Según ha explicado a EnergyNews Manuel Lamúa, gerente de AEFYT, los aspectos corregidos en la Guía sobre la Mejora de la Eficiencia Energética en Instalaciones Frigoríficas, no recogen tanto la aparición de nuevas tecnologías como avances en conceptos de eficiencia derivados de la experiencia en las instalaciones ya probadas.
Como explica AEFYT en un comunicado, se trata de un documento con el que se pretende divulgar, desde la neutralidad y el rigor, todas aquellas tecnologías y prácticas profesionales que propicien la existencia de instalaciones frigoríficas más eficientes desde el punto de vista energético y, por lo tanto, menos contaminantes y más competitivas.
Entre las prácticas profesionales que la propician Lamúa cita «el correcto mantenimiento y limpieza de las instalaciones frigoríficas -un punto fundamental que, además de incrementar su ciclo de vida, propicia el ahorro energético-; realizar de un estudio completo de la instalación como forma para encontrar la tecnología más adecuada a las necesidades y circunstancias de cada instalación; o evitar las fugas de gas refrigerante y adquirir estos en el mercado legal, entre otras«.
Eficiencia energética de instalaciones frigoríficas
Desde la neutralidad tecnológica que, como Asociación defiende AEFYT, nos dice que no se puede hablar de una tecnología más o menos contaminante si no que más bien recomienda «realizar un estudio cuidadoso de cada instalación en concreto, teniendo en cuenta el uso al que está destinada y factores como la temperatura ambiente para encontrar la tecnología más eficiente en cada circunstancia«. Precisamente, esta neutralidad tecnológica es la que están exigiendo a nivel europeo en la redacción de las normas que afectan a la eficiencia energética.
Al respecto, la Guía señala como cuestiones a tener en cuenta la estimación de la carga térmica, la elección del tipo de refrigerante y del sistema frigorífico, la selección de componentes o las estrategias de control para reducir los consumos de energía, por ejemplo.
[pullquote]«La eficiencia energética es un factor importantísimo de competitividad no solo por el ahorro energético que supone sino también porque la tendencia es grabar impositivamente las prácticas no eficientes«, nos explica Manuel Lamúa, gerente de AEFYT.[/pullquote]
Lo mismo ocurre a la hora de discernir cuáles son las tecnologías más competitivas. «Para medir la competitividad hay que tener en cuenta diversos factores que varían en función de cada instalación. Como norma general, se puede decir que la eficiencia energética es un factor importantísimo de competitividad no solo por el ahorro energético que supone sino también porque la tendencia es grabar impositivamente las prácticas no eficientes«, nos explica Manuel Lamúa, gerente de AEFYT.
«A pesar de ello -añade-, al legislador le corresponde fomentar la eficiencia energética con medidas incentivadoras, no impositivas. En este sentido, el Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero, que en el entorno europeo afecta prácticamente solo a España, supone una merma de la competitividad de las empresas españolas«.
La Guía ofrece métodos de cálculo financiero, inversión y ciclo de vida. El cruce entre inversión y ciclo de vida de la instalación es fundamental para averiguar que ahorros se pueden conseguir en el medio y largo plazo, dice Lamúa, que afirma que en función de la instalación, estos pueden oscilar entre el 20% y el 60%.
Refrigerantes y medio ambiente
Le preguntamos por el refrigerante más respetuoso con el medio ambiente y nos contestó que la industria está avanzado en la puesta en el mercado de refrigerantes con bajo PCA, además de las tecnologías que utilizan CO2 y amoniaco (NH3) pero que «no podemos señalar uno u otro más respetuoso ya que también depende del tipo de instalación al que vayan destinados«.
«Sí podemos mencionar dos prácticas que derivan en el respeto al medio ambiente: el control de fugas y la compra de refrigerantes legales -advierte-. El mercado negro e incontrolado de gases refrigerantes se ha incrementado desde la puesta en marcha del IGFEI y eso supone un riesgo incalculable para el medio ambiente. SEPRONA ha incautado más de 108 Tn de gases desde el año 2010″.
De cara a reducir los consumos de energía el gerente de AEFYT recuerda que en el mercado ya hay numerosas aplicaciones y sistemas informáticos destinados a controlar el consumo energético al minuto.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.