Adelantar la hora es parte de una directiva europea que afecta a todos los Estados miembros de la Unión y por la que en la madrugada del domingo, 26 de marzo, deberemos adelantar una hora los relojes para aprovechar mejor la luz solar por las tardes. Es decir, a las dos de la madrugada serán las tres.
La directiva 2000/84/CE obliga a aplicar un régimen horario de verano y un calendario común para las fechas y horas a las que debe comenzar y finalizar dicho horario para todos los Estados miembros. No existe la posibilidad de excepción que permita a un Estado miembro no aplicar el régimen de la hora de verano.
Según un estudio realizado por la Comisión Europea, esta medida tiene impactos positivos no solo sobre el ahorro energético sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
¿Cuánto ahorra adelantar la hora?
Según estimaciones del IDAE, el ahorro en iluminación propiciado por el cambio de hora que se hizo el año pasado de marzo a octubre, podría haber alcanzado el 5%, equivalente a unos 300 millones de euros.
De esa cantidad, 90 millones correspondería al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar; mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.
No sin eficiencia energética
Ahora bien, el IDAE ya advirtió en el mes de octubre, cuando dio a conocer estos datos, que las cifras anteriores «son potenciales, es decir, para alcanzarlas es necesario llevar a cabo un comportamiento racional en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural, en edificios del terciario y en industrias«.
Estas tecnologías ampliamente experimentadas consisten en fotocélulas o sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural aportada a la zona, a través de ventanas o lucernarios, explicaba en un comunicado.
Pero, además, independientemente del cambio de hora, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el IDAE recomiendan a los ciudadanos contribuir al ahorro de energía durante todo el año haciendo un uso inteligente de la misma en el hogar, tanto en lo que se refiere a la iluminación como al aire acondicionado, la calefacción, la compra de electrodomésticos eficientes, utilización del coche, etc.
¿Sigue siendo necesario?
El cambio horario se remonta a la década de los 70, cuando se produjo la primera crisis del petróleo
y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Pero ¿Sigue siendo necesario?
Desde Ecologistas en Acción piensan que «mover las agujas del reloj dos veces al año no implica necesariamente ahorro de energía. Cuando en otoño se retrasa el reloj, empresas y familias (si madrugan) necesitarán una hora menos de iluminación. Si son negocios de horario matutino el ahorro existe. Sin embargo, las familias se encontrarán con que llega la oscuridad una hora antes de lo habitual, y dado que la rutina horaria se mantiene, gastarán por la tarde esa hora de iluminación ahorrada (o no ahorrada) por la mañana«.
En cuanto a las empresas y oficinas que trabajan después de las 18 horas, esta organización publica en su página web que «tampoco habrán ahorrado, mientras que muchos comercios abren a las 10 y no ahorran por la mañana, pero requerirán una hora más de iluminación por la tarde, con lo que el cambio de hora les perjudica«.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.