ACCIONA registró en 2018 un beneficio neto atribuible de €328 millones (+49,0%). Los resultados anuales de la compañía reflejan una mejora operativa sustancial, una sólida disciplina financiera y un plan de desinversiones eficaz.El negocio de Energía
se vio impulsado por la normalización de la producción, la mejora de los precios y la contribución de los nuevos activos en explotación. La división de Infraestructuras cerró el año con fuertes niveles de ejecución y con la adjudicación de nuevos contratos valorados en más de €5.000 millones. El ejercicio estuvo también marcado por una rotación de activos no estratégicos para la compañía (€1.420M), fundamentalmente Trasmediterránea, el negocio termosolar en España y el 20% de Testa Residencial.
En 2018, los ingresos totales de ACCIONA alcanzaron los €7.510 millones (+3,5%). Energía aportó €2.206 millones (+27%); Infraestructuras, €5.059 millones (+2,4%) y Otras Actividades, €392M (-43,2%), reflejando esta última división la salida de Trasmediterránea del perímetro de consolidación.
La compañía registró durante el ejercicio un Resultado Bruto de Explotación (EBITDA) de €1.245 millones, de los cuales el 60% procede de Energía (€743 millones), el 34% de Infraestructuras (€419 millones) y el 7% de Otras Actividades (€86 millones). En términos homogéneos, el EBITDA creció el 9,2%.
Así, ACCIONA alcanzó al cierre de 2018 un beneficio neto atribuible de €328 millones (+49,0%). La cifra incluye el resultado neto de las operaciones corporativas reseñadas (€109 millones). Excluyendo dichas operaciones, el beneficio neto atribuible sería de €219 millones (-5,9%), fundamentalmente por la desconsolidación de los activos no estratégicos vendidos.
El importe generado por estas desinversiones (€1.420 millones) contribuyó a reducir el endeudamiento y a reforzar la apuesta de ACCIONA por soluciones sostenibles en Infraestructuras y Energía, el core business de la compañía.
Durante el año, ACCIONA llevó a cabo una fuerte reducción de su endeudamiento hasta los €4.333 millones (-17,1%). Su ratio de apalancamiento bajó desde las 4,10 veces deuda neta/EBITDA a tan sólo 3,48 veces, consiguiendo además una reducción del gasto financiero neto del 8,9%.
Además, la compañía invirtió un total de €1.023 millones durante el ejercicio: €643 millones en inversión bruta, €83 millones adicionales relacionados con el capex y €100 millones para el desarrollo del negocio inmobiliario. A estas cantidades hay que añadir €196 millones destinados al programa temporal de recompra de acciones, ante la infravaloración de la acción en el mercado.
Áreas de negocio
Energía
facturó €2.206 millones (+27%) y obtuvo un EBITDA de €743 millones (+2,4%). El Resultado Bruto de generación internacional creció el 8,5% por la nueva capacidad de operación, la mayor producción y una mejora de precios en los países en los que opera la división de negocio, que se vieron parcialmente minorados por la evolución negativa de los tipos de cambio.
El negocio en España disminuyó ligeramente su EBITDA (-2,5%) principalmente debido a la desconsolidación del negocio termosolar en España desde mayo.
Durante el año, ACCIONA puso en marcha un total de 255MW de nueva capacidad en México (99MW) Australia (132MW) y Ucrania (24MW), que compensó, en términos de producción, la venta de las plantas termosolares en España (250MW), al tiempo que mejoró su diversificación geográfica.
En los últimos doce meses, la capacidad consolidada instalada aumentó en 88MW hasta los 7.585MW, de los cuales el 41% (3.129MW) están fuera de España. A 31 de diciembre de 2018, la producción anual consolidada de ACCIONA Energía ascendía a 18.605GWh.
La división de Infraestructuras –que engloba los negocios de Construcción, Industrial, Concesiones, Agua y Servicios- alcanzó una cifra de negocio de €5.059 millones (+2,4%). El EBITDA fue de €419 millones (-1,8%), con un margen del 8,3%.
El área de Construcción facturó €3.137 millones (+0,2%) y obtuvo un EBITDA de €205 millones (+3,9%). La cartera se situó €5.328 millones (-15,3%), a causa del alto volumen de obra ejecutado, principalmente en Australia, Ecuador y Emiratos Árabes. Este efecto se ha visto en parte mitigado por la nueva obra contratada, en Noruega (Autopista E6 Ranheim-Vaernes), Australia (planta Waste to Energy de Kwinana y Southern Program Alliance) y dos contratos de mantenimiento de carreteras en Canadá.
El área de Industrial mejoró su volumen de negocio hasta €411 millones (+50,2%) y su EBITDA hasta €23 millones (+136,8%). La cartera de negocio Industrial pasó de €481 millones a € 687 millones (+42,9%).
Agua facturó €639 millones (-6,2%) y obtuvo un EBITDA de €113 millones (-13,1%), fundamentalmente por el impacto del final de la construcción de dos plantas desaladoras en Qatar. La cartera total de Agua a se situó en €3.779 millones a finales del 2018, incluyendo el efecto de la desconsolidación de ATLL. La cartera de Diseño y Construcción se ha duplicado por la adjudicación de cinco nuevas desaladoras: South Dhahran I y II en Arabia Saudí y tres en Emiratos Árabes.
El capítulo de Otras Actividades (que incluye Trasmediterránea hasta su salida del grupo el 31 de mayo, Inmobiliaria, Bestinver y otros) registró una cifra de negocios de €392 millones (-43,2%), afectada principalmente por la venta de Trasmediterránea. El EBITDA se situó en €86 millones (-30,9%).
Por su parte, Bestinver mejoró su EBITDA, que ascendió a €72 millones (+3,6%). El patrimonio medio gestionado en 2018 se situó en €6.151 millones, frente a los €5.768 millones del año anterior.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.