Acabar con la dependencia del carbón como combustible es una exigencia inevitable para luchar contra el cambio climático. Pero no todos los países están preparados para ello. Entramos a analizar el caso de las últimas medidas, al respecto, en Chile, Alemania y Polonia.
Las grandes manifestaciones del pasado viernes en todo el mundo llevaron a muchos dirigentes a hablar de medidas contra el cambio climático. Tal es el caso de la canciller alemana Ángela Merkel. Ese día, dio a conocer su propuesta de 54.000 millones para reducir un 55% los gases de efecto invernadero en Alemania para 2030.
Svenja Schulze, ministra de Medio Ambiente de Alemania, añadió el pasado domingo que el país se uniría a la coalición Powering Past Coal Aliance (PPCA). La alianza está formada por alrededor de 80 países, regiones, ciudades y organizaciones que persiguen la eliminación progresiva del carbón como fuente de energía. Canadá y el Reino Unido lanzaron la alianza en la cumbre climática COP23, en noviembre de 2017.
Deutsche Welle, la emisora internacional de Alemania, se hizo eco de las palabras de la ministra Schulze sobre la dependencia del carbón:
«Abandonar el carbón es un pilar central de la protección climática global».
Añadió que «oficialmente» Alemania se ha comprometido a terminar con su dependencia de esta fuente energética.
Asimismo, comentó:
«Cuando un gran país industrial como Alemania se aleja de la energía nuclear y del carbón y avanza, paso a paso, para satisfacer sus necesidades energéticas completamente con energías renovables, eso envía una señal fuerte a otras partes del mundo».
El plan de Merkel prevé cerrar las plantas de carbón antes de 2038
. Sin embargo, sus declaraciones no agradaron ni a grupos ambientalistas ni a la industria.
Fin de la dependencia del carbón en Chile
Mientras, Sebastián Piñera, presidente de Chile, ha anunciado un plan para cerrar ocho centrales termoeléctricas de carbón para 2024. El plan también recoge la total descarbonización del país para 2040. Expuso el plan ‘Energía Cero Carbón’ en el Parque Bicentenario de Cerrillos, donde se celebrará, en diciembre, la cumbre sobre cambio climático COP25.
En palabras del mandatario, Chile apuesta por la descarbonización y el primer paso ayudará a reducir en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero. Es lo que emiten las ocho centrales más antiguas de carbón del país, las que se van a cerrar primero.
Chile tiene actualmente 28 centrales a carbón operativas, de las empresas Enel, AES Gener, Colbún y Engie, que asuponen casi el 40% de la generación eléctrica del país. El objetivo del presidente con el nuevo plan es remplazar esta energía por energía limpia, procedente de fuentes renovables.
La dependencia del carbón de Polonia
Pero no todo es tan “supuestamente” sencillo. Lo vemos en el caso de Polonia.
Durante siglos, el carbón ha sido el recurso energético básico de hogares e industria. En 2018, Polonia produjo 63 millones de toneladas. Eso genera, desde hace años, un debate en el país sobre el medio ambiente. Mientras, las energías renovables son apenas fuentes complementarias.
Según Euronews, Grzegorz Tobiszowski, eurodiputado de Ley y Justicia, hizo recientemente estas declaraciones:
«Por la seguridad económica y la seguridad de nuestros ciudadanos, decimos: por supuesto, vamos hacia las fuentes de energía renovables, nos preocupamos por el clima, queremos implementar las últimas tecnologías, ¡Pero no podemos permitirnos el riesgo de apagón!”
Afirmó la condición de Polonia como país en desarrollo y lo que eso significa de cara a la dependencia del carbón. En la actualidad, unas 130.000 personas trabajan en la minería polaca. El Grupo Polaco de Minería es la compañía más importante en la región de Silesia.
Entre empleos directos e indirectos, hay unas 300.000 personas que dependen de esta industria. Y el problema de abandonar el carbón para Silesia llegaría hasta tal punto, según aseguran, que:
“Silesia dejaría de existir”.
Todo un hándicap para la evolución del país hacia una mayor sostenibilidad.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela