Se llama Proyecto IMPACT y está liderado por la investigadora Teresa Puig. Su objetivo es demostrar la viabilidad comercial de los superconductores de alta temperatura y elaborar una estrategia de negocio para el escalado industrial de un nuevo proceso de fabricación de estos materiales.
“El uso práctico de los superconductores de alta temperatura en aplicaciones a gran escala, tales como turbinas eólicas, generadores a escala industrial, almacenamiento de energía magnética por superconducción y equipos avanzados de resonancia magnética nuclear e imagen por resonancia magnética, está limitado principalmente por el coste global del proceso de fabricación de estos materiales, ligado a las bajas tasas de crecimiento y a las bajas tasas de producción del proceso”. La reflexión es de Teresa Puig, investigadora, del grupo de Materiales superconductores y nanoestructuras a gran escala (SUMAN) del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB).
Puig lidera el Proyecto IMPACT que acaba de recibir una ayuda Proof of Concept del del Consejo Europeo de Investigación (European Research Council), dotada con 150.000 euros.
Los proyectos Proof of Concept van dirigidos a explorar oportunidades de negocio, preparar solicitudes de patentes o verificar la viabilidad práctica de conceptos científicos. El Proyecto IMPACT cumple estos requisitos porque tiene como objetivo principal demostrar la viabilidad comercial de los superconductores de alta temperatura y para elaborar una estrategia de negocio para el escalado industrial de un nuevo proceso de fabricación de estos materiales.
IMPACT forma parte del Proyecto UltraSupertape, que cuenta con una ayuda Advanced Grant del ERC. Su gran logro, por el momento, es el desarrollo de un nuevo método para la fabricación de cintas superconductoras de alta temperatura que permite abaratar los costes de fabricación.
“Ahora, junto con la spin-off Oxolutia, surgida del grupo SUMAN en 2010, el proyecto IMPACT investigará los requisitos de transformación desde la síntesis de estos materiales en el laboratorio, hasta la fabricación en planta piloto, para explorar las aplicaciones potenciales de los superconductores de alta temperatura a gran escala”, explica Puig.
“Otro aspecto importante a destacar es que dentro de este proyecto realizaremos un análisis de mercado, construiremos un caso de negocio para crear una estrategia de explotación y fortaleceremos la propiedad intelectual de esta tecnología”, añade.
Segunda ayuda para el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona
Es la segunda vez que el ICMAB recibe un proyecto Proof of Concept.
El primero fue para la investigadora Marta Mas-Torrent y estaba dedicado a la fabricación de dispositivos electrónicos orgánicos (LAB-TECH). En total, el ICMAB cuenta con 11 proyectos ERC (1 Advanced Grant, 5 Consolidator Grants, 3 Starting Grants, y 2 Proof of Concept Grants).
Los proyectos forman parte del programa de investigación e innovación de la UE, Horizonte 2020. El Consejo Europeo de Investigación ha concedido una financiación de 9,3 millones de euros a 62 investigadores a través de los proyectos Proof of Concept.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.