Con motivo del Día para la Protección de la Naturaleza, Unión Española Fotovoltaica (UNEF) recopila 10 motivos por los que la energía solar protege la naturaleza
Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha puesto en marcha la campaña #EnergiaSolarPorLaNaturaleza que termina el próximo 1 de noviembre y con la que trata de posicionar la tecnología fotovoltaica como la fuente de energía que mejor representa la triple exigencia sobre la descarbonización del sistema eléctrico español: sostenibilidad ambiental, progreso social e integración ciudadana.
“Desde UNEF estamos convencidos de que la pedagogía y la comunicación son claves para combatir la desinformación que han generado distintos grupos de interés económico y neonegacionistas para oponerse a la energía solar», afirman.
10 motivos por los que la energía solar protege la naturaleza
Desde 1972, la Organización Mundial de las Naciones Unidas ha destinado el 18 de octubre para crear conciencia en la población mundial sobre la necesidad de cuidar el planeta. En 2022, la ONU ha vuelto a recordar la necesidad de implementar el uso de energías renovables a nivel mundial en un contexto de crisis energética y climática.
Por ello, UNEF quiere dar a conocer los 10 principales motivos por los que la energía solar es una herramienta fundamental para la protección de la naturaleza:
- En un año, la energía solar ha evitado la emisión de 26 millones de Tn de CO2 sólo en España. En lo que llevamos de 2022, las energías renovables han evitado 230 millones de toneladas de CO2 en todo el mundo.
«Cuantas más emisiones de CO2 evitemos, menor será el avance del Cambio Climático: la principal amenaza de la naturaleza», afirman desde UNEF. - La energía solar es la fuente con menor impacto ambiental en la naturaleza para sustituir a combustibles fósiles, que generan el 80% de las emisiones totales de C02 que llegan a la atmósfera de manera anual.
- Actúan como refugio para fauna y flora al limitar la actividad humana durante una media de 30 años. Con las medidas de renaturalización adecuadas, los proyectos se pueden convertir en autenticas reservas para la naturaleza.
- Los proyectos en suelo de energía solar no utilizan agua. Un proyecto de 50 MW utilizaría 1 millón de litros al año, lo que supone al consumo de agua anual de 20 personas, sustituyendo a otros usos del suelo que sí utilizan grandes cantidades de agua
- Ni los proyectos en suelo de energía solar ni el autoconsumo emiten ningún tipo de contaminación ni radicación. Sustituyen a fuentes de generación energética que sí lo hacen.
- Para fabricar paneles solares se utiliza el segundo mineral más abundante del planeta, el silicio. No se utilizan tierras raras ni materiales contaminantes y se puede extraer sin impacto ambiental.
- En los terrenos donde se sitúan los proyectos en suelo de energía solar no se utilizan pesticidas, herbicidas ni fertilizantes, evitando que se destruya la biodiversidad y se contaminen las aguas cercanas.
- Una vez terminada su vida útil, los proyectos fotovoltaicos son totalmente reversibles y no generan ninguna consecuencia negativa en el terreno donde se situaron. Por lo contrario, son terrenos que han permanecido 30 años en barbecho.
- Los paneles fotovoltaicos son perfectamente reciclables.
Un módulo fotovoltaico de silicio está compuesto de vidrio (78%), aluminio (10%), plásticos (7%) y metales y semiconductores (5%). Simplemente recuperando el marco de aluminio y el vidrio de la parte delantera se recicla más del 90% de su peso, según la directiva europea. - En las plantas fotovoltaicas se reduce el riesgo de erosión debido a la renaturalización que se produce en el terreno donde se sitúan.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.